Los remotos orígenes del gnosticismo VI


Magi

 Los Magos y los Sacerdotes.
 La Orden de los Magi se propagó desde la cuenca del lago Urmia en todas las direcciones: Hacia el Norte por las montañas del Cáucaso, hacia el Sur a Irak, hacia el Este hacia India, y hacia el Oeste a Asia Menor y Europa. Pero cuando la diseminación prosiguió, la Orden gradualmente se dividió en dos ramas distanciadas por su ideología a favor y en contra del control social; los Magi y los Zoatar. Los Magi devinieron en los Patriarcas gnósticos y los Zoatar devinieron en el Sacerdocio de la Teocracia estatal. Cada rama funcionó con motivos y métodos diferentes, coincidiendo o no en las mismas localidades.

Los iranólogos han encontrado que el problema de los Magos es uno de los más apremiantes, así como uno de los más difíciles en la historia del mundo antiguo.[1]

Dentro de la Orden, a los Magos se les dio el título de Vaedemna (Vidente, Sabio), para diferenciarlos del Zoatar (Sacerdote), que ejercía su cargo abiertamente en la sociedad y aconsejaba a los teócratas del Medio Oriente en asuntos de política, control social y la planificación agrícola. Zoroastro fue, de acuerdo a todos los relatos, responsable de la introducción de la agricultura planeada y en gran escala.

Los iranólogos consideran que el problema de los Magi es uno de los más apremiantes, así como uno de los más difíciles, en la historia del mundo antiguo.

El problema puede ser esclarecido, aunque no completamente solucionado, distinguiendo a los Magi  que permanecieron comprometidos con la gnosis[2], de aquellos otros que llegaron a involucrarse en política y control social, aquellos que más tarde se convertirían en una casta poderosa.

La palabra parsi Zoatar es el origen de la palabra griega Soter = Salvador. La tradición judeo-cristiana-islámica presenta varias permutaciones del arquetipo del Soter.

La redentorismo, basado en un agente sobrehumano que pone en práctica la voluntad de la deidad patriarcal, es llamado soteriológismo.

En la religión hebrea este agente es el Meshíah, concebido o bien como una persona humana, rey de los judíos o como una entidad sobrehumana, como Melquisedec (culto de los Zaddikim). En el cristianismo, el Mesías es  Jesúcristo como la encarnación del hijo unigénito de Dios, siguiendo la teología híbrida de Pablo. En el Islam es la figura de  Īsā al-Masīḥ, quien no es en ese credo la encarnación divina sino el Sello de los profetas de Israel.

En todos los casos, el Soter es una figura patriarcal, la autoridad central en un culto teocrático cuyo objetivo último es dominar el mundo entero imponiendo un orden social y espiritual basado en los dictados del dios patriarcal.
  
En los códices coptos la palabra Soter aparece con frecuencia para al Maestro de la Sabiduria. Pero otro término, Phoster, es más cercano al sentido de Vaedemna.[3]

Un gran problema para la Humanidad radica en la diferencia entre un sabio y un sacerdote, especialmente un sacerdote patrocinado por el Estado.

Mary Settegast astutamente nota que los iranólogos,
Mantienen opiniones conflictivas en cuanto al entorno histórico del profeta.

El problema crucial es éste: En un extremo Zaratustra ha sido descrito como un extático primitivo, una especie de chamán; en el otro, como un familiar mundano de los reyes corasmios[4] y la política de la corte.[5]

La diferencia que ha desconcertado a todos los eruditos: Entre el chamán-vidente y el sacerdote que juega una mano en la política de la corte, la agricultura era parte de una vocación sagrada para el sacerdocio, puesto que el cultivo de la tierra era central en el mensaje de Zoroastro; Los sacerdotes habrían sido probablemente tan experimentados en la técnica agrícola como en el dogma religioso...
La irrigación, la fertilización, la cría de ganado, habrían sido parte de la sabiduría sacerdotal.

En la misión de los sacerdotes zurvanistas que tomaron el control de la organización social bajo el paradigma teocrático, tenemos el antiguo modelo del colonialismo invasivo y todo lo que esto implica, un modelo todavía en operación hoy.

En contradicción a lo anterior, según la opinión académica y la tradición popular en la antigüedad; los Magos fueron considerados no como sacerdotes con una agenda estatal a ejecutar, sino como, dedicados sirvientes de los Dioses y  maestros de sabiduria, acreditados con la iniciación en las ciencias cosmológicas, el estudio no sólo de los cielos sino de los elementos y los reinos de la Tierra. ¿A quiénes estamos describiendo aquí?, ¿a controladores o visionarios?, ¿a sabios o a egoístas colonialistas?
  

Adaptado del Texto John Lash por T.  Α    Β    Ρ    Α    Ξ    Α    Σ  קדוש y tomado de https://www.bibliotecapleyades.net/mistic/gnostic02.htm



LVX
10/12/2019

[1] Settegast, p. 215.
[2] Iluminación espiritual.
[3] Persona sabia o iluminada.  
[4] S. XI-XIII
[5] P. 215 y sigs.


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