Iran
Conclusión
La teocracia, el prototipo del gobierno patriarcal, es la carta de triunfo del juego de víctima y victimario. Si el tirano que aflige y recompensa a su pueblo puede convencerlo de que él ha sido designado para ello por un dios, o de que él mismo es un dios, entonces puede reificar en el imaginario colectivo que la autoridad divina es la que gobierna, como Constantino, lo entendió tan bien.
La teocracia, el prototipo del gobierno patriarcal, es la carta de triunfo del juego de víctima y victimario. Si el tirano que aflige y recompensa a su pueblo puede convencerlo de que él ha sido designado para ello por un dios, o de que él mismo es un dios, entonces puede reificar en el imaginario colectivo que la autoridad divina es la que gobierna, como Constantino, lo entendió tan bien.
El complejo dominador que la
teocracia focaliza, era totalmente ajena a la misión teléstica de invocar y transmitir los Misterios. La voluntad para controlar y manipular el potencial
humano nunca se puede reconciliar con la Gnosis.
Es por esto que los proto-gnósticos, desertaron de la Orden
de los Magi, alrededor del 6.000 A.C., salieron de Irán y emigraron al norte
de África, Cercano Oriente, sur de Europa y norte de la India. La división
continuó después del 4.400 A.C., cuando el punto vernal estaba cambiando desde el
Toro al Carnero.[1]
Alejandro Magno gobernó el mundo antiguo cuando el equinoccio de
primavera estaba localizado en las estrellas principales del Carnero[2],
conocido como Amón entre los egipcios. Por consiguiente, Alejandro se había
hecho retratar en las monedas con los cuernos de Amón, y él organizó una
iniciación en el santuario de Siwa,[3]
con el objetivo de elevarse a sí mismo en Apoteosis.[4]
Todo esto es totalmente consecuente
con el progreso de la agenda teocrática en la Era de Aries.
Desde su tierra ancestral en el Irán noroccidental, los proto-gnósticos habrían sido capaces de observar el desarrollo en la fértil media luna, incluyendo el empoderamiento de las sociedades agrícolas y la urbanización a gran escala. Su status como Sabios nómades de la Antigüedad, les habría permitido observar el desarrollos de tres fenómenos trascendentales:
Desde su tierra ancestral en el Irán noroccidental, los proto-gnósticos habrían sido capaces de observar el desarrollo en la fértil media luna, incluyendo el empoderamiento de las sociedades agrícolas y la urbanización a gran escala. Su status como Sabios nómades de la Antigüedad, les habría permitido observar el desarrollos de tres fenómenos trascendentales:
· El
Regicidio Ritual
· El
Hieros Gamos.
· La
Unción del Rey.
La absoluta contundencia de estos
fenómeno puede incluso haberlos tomado por sorpresa, sin contar la impotencia
ante la degeneración pérfida de los Antiguos Ritos mistéricos.
El largo drama que comenzó en las
orillas del lago
Urmía, puede ser visto ahora con una visión retrospectiva de 2.000 años. El
rectángulo rojo marca la meseta Urmiana, la posición de la Montaña Blanca de Seir, la matriz geográfica del proto-gnosticismo.
El movimiento expansivo proto-gnóstico recorrió desde Grecia en
el Oeste a Ghandara en el Este, paralelo a la fértil media luna y, en su punto extremo en el Sur, hasta Eridu, el
antiguo puerto sumerio en el Mar Arábigo[5].
Aunque las teocracias del Cercano
Oriente surgieron en la fértil media luna,
la entidad dirigente detrás de ellas fue la el sacerdocio heredero de la Orden de los Magos que se originó en la
meseta Urmiana. Desde allí los Magos
zurvanistas, se extendieron hacia el Sur y hacia el Este, y se
establecieron con su influencia los primeros Estados teocráticos.
Desde el mismo punto geográfico
matricial, una rama diferente de la Orden
de los Magos, consistente en los proto-gnósticos telestai, como los entendemos
hoy, se esparció tanto hacia el Este como al Oeste, estableciendo una amplia
red de escuelas mistéricas.
Adaptado del Texto John Lash por T. Α Β Ρ
Α Ξ Α Σ קדוש y tomado de https://www.bibliotecapleyades.net/mistic/gnostic02.htm
LVX
10/12/2019
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