Valentinus de Alexandria



Información personal
Nacimiento Phrebonis. (Delta del Nilo. Egipto)
Fallecimiento Año 160 (Chipre)  
Nacionalidad Egipcia
Jerarquia Patriarca
Ocupación Teólogo.

Valentinus fue un gnóstico del s. II, cuya escuela constituye la rama más importante y sistemática del gnosticismo de esa época.


Vida e ideas de Valentínus
Se ignora la fecha de su nacimiento.                         

En Alexandria, además de una bien establecida ortodoxia cristiana, existía una fuerte tradición gnóstica.

Hacia 1401​ llegó a Roma desde Alexandria, donde tuvo ocasión de recibir el influjo de la filosofía griega y conocer las religiones pagana, judía y cristiana.

 

Valentinus pasó por un proceso de evolución, en el que va distanciándose cada vez más de la dogmática ortodoxa, construyendo su visión gnóstica.

Hay varias etapas en la obra de Valentinus, podemos observar obras más cercanas a la ortodoxia como el Evangelio de la Verdad (uno de los documentos gnósticos hallados, en traducciones coptas, cerca de Nag Hammadi, Egipto, en 1945).


En la Epístola a Reginos sobre la Resurrección, de inconfundible carácter gnóstico, Valentinus I defiende su posición dentro de la Iglesia Cristiana.

Sin renunciar a su nombre cristiano ni rendirse a la dogmática ortodoxa.

Valentinus Ie da un sentido diferente a la resurrección interpretándola a la luz de su concepción gnóstica sobre el Pleroma (mundo divino originario) y sus relaciones con nuestro mundo.

Valentinus unificó muchas tradiciones distintas y divergentes de la tradición gnóstica precristiana egipcia en una genial síntesis poética.

Valentinus era un hombre de gran poder intelectual, que logró combinar materiales provenientes de diferentes fuentes en una síntesis poderosa y original.

Valentinus, helenizó y tiñó de cristianismo una gnosis más temprana, de carácter radicalmente hermético, hermetismo del que estaba ya casi totalmente ausente la ortodoxia cristiana.

La poesía valentiniana, de carácter metafísico se muestra inspirada por vívidas emociones y experiencias personales (la propia Gnosis de Valentinus.)

Valentinus, fue un hombre de vivencias intensas, que expresó su concepción sobre el drama pre y post existencial atravez de una muy rica simbología.


La originalidad y poder de la obra literaria valentiniana se encuentra en haber dado expresión a su visión radicalmente gnóstica del mundo.

El drama de los eones, de Valentinus, que ocurre en el Pleroma, según su relato, se muestra como la imagen arquetípica de la condición humana.


El gnosticismo de Valentinus se presenta como respuesta a las cuestiones claves del existir, que uno de sus discípulos orientales, Teodoto, enumera así:
·         ¿Qué éramos?
·         ¿Qué hemos llegado a ser?
·         ¿De dónde éramos y adónde hemos venido a parar?
·         ¿Hacia qué aspiramos?
·         ¿Cómo somos redimidos?
·         ¿Qué es generación y qué es regeneración?
         (Extractos de Teodoto 78,2)

Frente a esas cuestiones Valentinus elabora una respuesta sincrética, en la que predominan las raíces gnósticas.

                                    
Descripción del sistema valentiniano
El perfecto Eón, el Padre Abismo, preexistía con Silencio.


 
El Padre Abismo concibió la idea (Ennoia) de emanar, y por medio del Silencio dio a luz a un par (Syzygia) de Eones: Mente y Verdad, dando así lugar a la Cuaternidad primordial.


La Mente y la Verdad, queriendo glorificar al Padre Abismo, prosiguieron las emanaciones dando origen a una nueva pareja: Logos y Vida, que a su vez engendra a Hombre e Iglesia, dando así lugar a la Cuaternidad inferior.


El proceso prosigue hasta un total de treinta Eones, el último de los cuales es Sophia (Sabiduría).


Queda así integrado el Pleroma divino, en el cual sólo el primero de los Eones (el Nous o Mente) puede contemplar directamente al Abismo, experimentando así un gozo infinito, mientras que los demás deben contentarse resignadamente con el mero deseo de contemplarlo.


Pero Sophia tuvo la pasión desordenada de conocer al Padre Abismo y de engendrar como él,


por esto fue expelida del Pleroma al espacio vacío (Kénoma).
 
Sophia quedó sola, sujeta a toda clase de pasiones; tristeza, temor, desesperación e ignorancia, raíz esta última de todo mal.


Los Eones del Pleroma suplican al Padre Abismo que libere a Sophia y éste compadecido ordena una nueva emanación: el Límite, que frena el desorden de Sophia y la mantiene en la serenidad.


El Padre Abismo emana del Pleroma al Espíritu (Pneuma), que instruye a los Eones inferiores en el conocimiento del Padre Abismo.


En gratitud por tan gran beneficio, la pluralidad de los Eones aporta cada uno lo más perfecto de sí para producir el fruto perfecto: Christos, que es enviado con sus ángeles para reintegrar al Eón exiliado, es decir, a Sophia, librándola de sus pasiones.


De Sophia, ha procedido una emanación, es el Demiurgo; mientras que las pasiones se han endurecido constituyendo la materia (hylica).


El Demiurgo, es ciego e ignorante y crea el mundo pensando que lo crea a partir de sí mismo.


Sophia, al ser librada de sus sufrimientos, se entusiasma viendo al Christos y sus ángeles.

 

Concibiendo en su imaginación da a luz nuevos seres a su imagen:


Semillas pneumáticas o espirituales que pasan al soplo mismo del Demiurgo sin que él lo perciba.


Así cuando el Demiurgo crea al hombre y alienta en su Nous, es a la vez instrumento inconsciente de la inclusión del pneuma (espíritu) en algunos hombres.

El Christos ha venido entre nosotros para recoger esas semillas dispersas y conducirlas al Pléroma.

 
 
Para realizar su misión se reviste de esa sustancia pneumática que ha de salvar.


Toma también sustancia psíquica de apariencia corporal, es decir, no verdadera carne, que sería materia, destinada a perecer, sino apariencia de carne.

 

De ahí una cristología doceta y dualista, que distingue entre un Christos pneumático, que volverá al Pléroma con los elegidos que ascenderán en Syzygia con sus ángeles, y un Christos psíquico, hijo del Demiurgo, que ascenderá con los arcontes sólo hasta la zona umbral del Pléroma (Ogdoada).


El Christos pneumático había descendido sobre él Christos psíquico en el Bautismo o en el Nacimiento según otra versión, para apartarse poco antes de la crucifixión.

 

En la consumación final toda la materia será aniquilada por el fuego.


Se advierte en la estructura del sistema una ley de tres sustancias: Espíritu, Psique y Materia.

Su cosmología se manifiesta en tres dimensiones: Pléroma, Hebdómada y el mundo sublunar.


Su antropología se ramifica en tres linajes: El linaje de Set, el linaje de Abel, el linaje de Caín.

Su escatología es radicalmente dualista.

El sistema Valentiniano, como todo sistema gnóstico, es dualista, aunque también como todos los grandes gnósticos es decidido partidario de un Uno creador, de quien todo proviene.

La relación entre el Pléroma y el Kénoma no se explica por mero recurso al dualismo platónico. Se completan y requieren porque representan dos estadios (celeste y terreno) simultáneos de una misma entidad, abocados a una síntesis definitiva.


Discípulos de Valentín
Valentinus tuvo numerosos discípulos, de los que quedan algunos escritos, y de los que nos dan noticias numerosos escritores cristianos: San Ireneo en el Adversus haereses, Hipólito en los Philosophumena o Refutatio, Tertuliano en el Adversus Valentínianos, etc.

Tertuliano

Los valentinianos se dividieron en dos ramas: la ítala y la anatolia.  A la primera, más sobria, pertenecen Ptolomeo (que es el autor que tiene especialmente presente San Ireneo, y del que se conserva una Carta a Flora; que fue publicada, por Harnack en sus Kleine Texte en 1894 y el Heraklion. La rama anatolia, más barroca, tiene como representantes a Marcos Magus, Axiónicos y Bardesianes.

Ptolomeo

Bardesianes

Marcus Magus

Referencias
·         Cf. E. Lupieri, Lo gnosticismo.
·         Ireneo de Lyon, Adversus Haereses, III,4,3 (Rousseau, A. – Doutreleau, L., Contre les Hérésies, SC 211, Paris, 1974, 50).
·         Hipólito, Refutatio, ed. Wendland, en Griechische christliche Schriftsteller (GCS) 3, 1916.
·         Epifanio, Panarion, ed. HoII, GCS 25.31.37, 1915-33.
·         Clemente de Alejandría, Stromata, ed. Stiihlin, GCS 17,1909.
·         W. Volker, Quellen zur Geschichte der christl. Gnosis, Tubinga 1932.
·         Koptisch-gnostische Schriften, I, GCS 45 (13), 1954.
·         Documentos de Nag Hammadi (Evangelium Veritatis, ed. Malinine-Puech-Quispel- Till, Zürich 1956-61; De Resurrectione, Zürich 1963).
·         F. M. Sagnard, La gnose Valentínienne et le témoignage de S. Irénée, Paris 1947.
·         Orbe, Estudios Valentínianos, I-V, Roma 1956-66.
·         Edmondo Lupieri, Gnosticismo, en Complementi interdisciplinari di Patrologia, a cargo de Antonio Quacquarelli, Città Nuova, Roma 1989.

El contenido de este texto fue adaptado por  T.  Α    Β    Ρ    Α    Ξ    Α    Σ  קדוש, del texto original publicado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Valent%C3%ADn_el_Gn%C3%B3stico

 

LVX
 

26/11/2019




Comentarios