Explicación kabalística de la Cruz




Por Ana Suero Sanz

Entregar a un pueblo un libro para que lo adore y lo conserve intacto, está bien; pero dar a un pueblo un libro que le ayude a vivir, es todavía mejor. 

El pueblo encargado de transmitir, desde la más lejana antigüedad, el conocimiento oculto, es el pueblo bohemio. 

Los bohemios Los bohemios poseen una biblia; esta biblia les facilita el diario vivir, pues con ella predican la buenaventura; esta biblia es también un motivo continuo de ocio, puesto que les permite entretenerse jugando. 

Sí, ese juego de cartas denominado Tarot, que poseen los bohemios, es la biblia de las biblias.
Es el libro de Thot-Hermes, es el libro de Adán, es el libro de la revelación primitiva de las antiguas civilizaciones. Cuando el Masón, hombre inteligente y virtuoso, ha perdido la tradición; cuando el sacerdote, hombre igualmente inteligente y virtuoso, ha perdido su esoterismo; los Bohemios, hombres ignorantes y viciosos, nos dan la clave que nos permitirá explicar todos los simbolismos. ¿Cómo no admirar la sabiduría de estos iniciados que han utilizado el vicio y le han hecho producir, desde el punto de vista del bien, mejores resultados que a la virtud? 

Este juego de cartas de los bohemios es un libro maravilloso, como acertadamente lo ha observado Court de Gébelin y sobre todo Vaillant. Este juego, con el nombre de Tarot, Torá, Rota, ha formado sucesivamente la base de la enseñanza sintética de todos los pueblos antiguos. 

Allí donde el hombre del pueblo no ve otra cosa que un simple pasatiempo, los pensadores vuelven a encontrar la clave de esta oscura tradición. Raymond Lulle basa su Ars Magna sobre el Tarot y logra reemplazar el cerebro humano con el automatismo de aquél; Jerome Cardan escribe sobre las claves del Tarot un tratado de la sutilidad; Guillaume Postel halla en el Tarot la llave de las cosas ocultas y Louis Claude de Saint Martin, el 7 filósofo desconocido, ve descritos en ellos los lazos misteriosos que unen a Dios, el Universo y el Hombre. Es gracias al Tarot que hallaremos y desarrollaremos esta ley sintética encerrada en todos los simbolismos. Se acerca la hora en que la palabra perdida será nuevamente hallada: Maestros, Rosacruces y Kadosch, vosotros que formáis el triángulo sagrado de la iniciación, recordad.
 
Rosa cruz
Acuérdate maestro, de ese hombre ilustre, asesinado por la más cobarde de las conjuraciones; acuérdate de Hiram del cual esperas con fe la resurrección prometida por la Rama de la Acacia (Hiram-Hermes-Mariah). Acuérdate Rosacruz, de esa palabra misteriosa que has buscado durante tanto tiempo, pero cuyo significado se te oculta todavía. Acuérdate Kadosch, del símbolo magnífico que irradiaba en el centro del triángulo luminoso cuando te fue revelada la verdadera significación de la letra “G” Hiram-Inri-(Y-H-V-H) encierra idéntico misterio bajo diferentes aspectos. El que ha comprendido una de estas palabras posee la llave que abre la tumba de Hiram, símbolo de la ciencia sintética de los antiguos; puede abrir esta tumba y penetrar sin temor en el corazón del maestro venerable, símbolo de la enseñanza esotérica. El Tarot entero está construido sobre esta palabra dispuesta en forma de rueda, rota.

INRI es la palabra que os revela la identidad de vuestro origen, o Masones o católicos. Igne Natura Renovatur Integra. Jesus Nazareus Rex ludeorum son los polos opuestos, científicos y religiosos, físicos y metafísicos de una idéntica doctrina. Y H V H es la palabra que os señala la unidad de vuestro origen, ¡oh! Masones, ¡oh! Cabalistas. TAROT, TORÁ, ROTA son las palabras que os indican a todos vosotros, orientales y occidentales, la unidad de vuestros deberes y aspiraciones en el Eterno Adán-Eva, fuente de todos nuestros conocimientos y creencias. Salud, pues, nómadas bohemios, a quienes agradecemos la conservación de este maravilloso instrumento, resumen sintético de toda la enseñanza antigua.

EL NOMBRE SAGRADO IOD-HE-VAU-HE La cábala y el nombre sagrado — La iod — La hé — La vau, — La segunda hé — Síntesis del nombre sagrado. Si debemos creer a la antigua tradición oral o cábala, existe un nombre sagrado que revela, al mortal que descubra la verdadera pronunciación, la clave de todas las ciencias divinas y humanas. Este nombre que los israelitas no pronuncian jamás, y que el gran sacerdote decía una vez al año en medio de los gritos del pueblo profano, es aquel que se halla en la cima de todas las iniciaciones, aquel que irradia en el centro del triángulo resplandeciente correspondiente al grado 33 de la Masonería Escocesa, aquel que se instala sobre el pórtico de nuestras viejas catedrales; está formado por cuatro letras hebreas y se lee: iod-hé-vau-hé. Se las emplea en el Sepher Bereschit o Génesis de Moisés para designar la divinidad, y su construcción gramatical es tal que recuerda por su misma estructura los atributos conferidos a Dios por los buenos deseos de los hombres. A continuación veremos que los poderes atribuidos a esta palabra constituyen, hasta cierto punto, una realidad, atento a que abren con facilidad la puerta simbólica del arca que contiene la revelación de toda la ciencia antigua. Por lo tanto nos es indispensable entrar en algunos detalles a dicho respecto. Esta palabra está formada por cuatro letras, iod, hé, vau, hé. Esta última se halla repetida dos veces. 

A cada letra del alfabeto hebraico se le asigna un número. Veamos los que corresponden a las letras que nos ocupan. La iod = 10 La hé = 5 La vau = 6 El valor numérico total del nombre iod-hé-vau-hé será entonces: 10+5+6+5 = 26 Consideremos por separado cada una de estas letras.
 
El número 4 no es bueno pues este esta atado a la cruz, es por así decir la condena estúpida del hombre atado a la cruz de la materia.

En cábala se lee diferente, siendo el 4 el nacimiento del 10: 1+2+3+4=10, Lo cual implica al 5 el secreto de la Madre muerta( Noo la materia no se puede oponer al espíritu jamás…Deben unirse en matrimonio alquímico ), veamos como se ve esto cabalisticamente:

La   Iod
Configurada por una coma y también por un punto, representa el principio de las cosas. 

Todas las letras del alfabeto hebreo no son otra cosa que una serie de combinaciones resultantes del arreglo o permutación de la letra iod. 

El estudio sintético de la naturaleza, había hecho pensar a los antiguos que los fenómenos naturales eran dirigidos por la actuación de una sola ley. Esta ley, base de la analogía, colocaba la unidad-principio en el origen de las cosas y consideraba a las mismas como el reflejo, en grados diversos, de aquella unidad-principio.

 Por lo tanto, la iod, formando por sí sola todas las letras y, en consecuencia, todas las palabras y frases, era justamente la imagen y representación de esta unidad-principio, cuyo conocimiento estaba vedado a los profanos. En consecuencia, la ley que presidió a la creación del idioma de los Hebreos es la misma que presidió a la creación del Universo, y conocer la una es conocer implícitamente la otra. 

He aquí lo que tiende a demostrar uno de los más antiguos libros de cábala, el Sepher Jesirah. Antes de continuar, aclaremos mediante un ejemplo la definición que hicimos de la iod. 

La primera letra del alfabeto Hebreo, aleph, está formada por cuatro iod opuestas dos a dos. Lo mismo ocurre con todas las demás letras. El valor numérico de la iod conduce a otras consideraciones. 

La UNIDAD-PRINCIPIO, según la doctrina de los cabalistas, es también la UNIDAD-FIN de los seres y de las cosas, y la eternidad no es, desde este punto de vista, más que un eterno presente. Por esto los antiguos simbolistas (symbolistes) han expresado esta idea mediante un punto en el centro de un círculo; representando la unidad-principio por la circunferencia, línea sin comienzo ni fin. Según esto, la unidad expresa la suma de todos los seres creados, los cuales representan sus partes constitutivas; lo mismo que la unidad-hombre está formada por la suma de los miles de millones de células que constituyen su ser. 

En el origen de todas las cosas, la cábala sitúa la afirmación absoluta del ser por sí mismo, del ser-unidad, cuya representación simbólica es la iod, y el número 10 como expresión numérica. 

Este número (10) representando la unión del principio-todo (1) a la nada ninguno (0) se adapta perfectamente a las condiciones exigidas.
Las condiciones exigidas son el matrimonio alquímico por esto el iod es el Sol sin iluminar pues debe trabajar como Hércules tirando las armas es Osiris, por esto las Hé nos dan 5 porque el número 5 son la Luna y el Sol o Isis y Osiris hermanos trabajando en nuestro interior como ser andrógino  y en el Tarot el Arcano 5 es el Sumo Sacerdote, el cual con ellos reunidos desvela el secreto sagrado al matrimonio.

LA HÉ
Mas el Yo no puede concebirse sino como opuesto al No Yo. Apenas nos afirmamos como tal Yo, nos vemos en la obligación de aceptar idéntica afirmación de parte del YO ABSOLUTO, de lo cual inferimos la noción de su existencia. Este es el origen de la “dualidad”, de la oposición, del Binario —imagen de la femineidad—, así como la unidad es la imagen de la masculinidad. Diez, dividiéndose para oponerse a sí mismo, da cinco (5), número exacto de la letra “hé” —segunda del gran nombre sagrado. La “hé” representará así el “pasivo” referido a la “iod”, que simbolizará el “activo”; el “no yo” referido al “yo”; la “mujer” en relación al “hombre”; la “sustancia” en relación a la “esencia”; la “vida” con referencia al “alma”, etcétera.

LA VAU
Mas la oposición del Yo al No Yo produce un nuevo factor, la relación entre el Yo y el No Yo. Luego, la “vau”, sexta letra del alfabeto hebreo, generada por 10 (iod) + 5 (hé) = 15 = 1 + 5 = 6, representa un “corchete” y también una “relación”; es el corchete que reúne los opuestos en la naturaleza, constituyendo el tercer término de esta trinidad:

Yo_________ No Yo Relación del Yo con el No Yo.

LA SEGUNDA HE
Más allá de la trinidad, considerada como ley, nada puede existir. La trinidad es la fórmula sintética y absoluta que comprende todas las ciencias. Esta fórmula, cuyo valor científico parecía ya olvidado, nos ha sido transmitida íntegramente por todas las religiones (depositarias inconscientes de la CIENCIA-SABIDURÍA de las primitivas civilizaciones). Es debido a esto que el nombre sagrado está constituido tan sólo por tres letras. El cuarto término se halla compuesto por la repetición de la letra “hé” Esta repetición señala el tránsito de la ley Ternaria a una nueva aplicación, podríamos decir: la transición del mundo metafísico al mundo físico, y, en términos generales, de un mundo cualquiera a su inmediato subsecuente. El conocimiento de esta propiedad, que caracteriza a la segunda “hé”, es la clave de aplicación del nombre divino. En lo que sigue presentaremos la prueba de esta afirmación.

RESUMEN
Conociendo el valor de cada uno de los términos que comprende el nombre sagrado, hagamos la síntesis y totalicemos los resultados obtenidos. El nombre “iod-hé-vau-hé” está formado por cuatro letras, significando cada una de ellas: La “iod”: El principio activo por excelencia. El yo = 10. La “hé”; El principio pasivo por excelencia. El no yo = 5. La “vau”: El término medio, el corchete que reúne el activo con el pasivo, la relación del Yo con el No Yo = 6. Estos tres términos expresan la ley ternaria del ABSOLUTO. La “2a hé”: La que determina el paso de un mundo a otro, expresa la transición. Esta segunda “hé” representa al ser total, encerrando en una unidad absoluta los tres términos que lo constituyen: YO-NO YO-RELACIÓN; el paso del noumeno al fenómeno y, recíprocamente, el paso de una gama a otra gama. Es la semilla que contiene en germen al futuro árbol.

Cruz cabalísta
El Tarot se nos ha mostrado como la traducción egipciana del libro de la iniciación, partiendo, al igual que esta clave —actualmente perdida— de la Masonería y de las ciencias ocultas. ¿Cómo descifrar este jeroglífico? ¿Cómo descubrir la agrupación misteriosa de estas láminas? La facultad de concebir supone implícitamente la facultad de ejecutar, nos dice Wronski. Convencidos de esta verdad hemos interrogado a la antigüedad venerable. Las esfinges, mudas para los profanos, han hablado; los antiguos templos han develado sus misterios, los Iniciados han respondido a nuestro llamado: cuatro letras enigmáticas nos han sido reveladas: El Tarot traduce las combinaciones de IEVE,(DEBEMOS USAR LA IMAGINACIÓN CON EL GENIO, PARA OBTENER LA LLAVE…IEVE) según nos lo ha demostrado su análisis; no obstante, a fin de frenar nuestra imaginación, hemos elegido como punto de partida para nuestro estudio un principio fijo e inmutable, capaz de prevenir cualquier error: el número. Hé Vau Hé lod ¡Sagrada palabra que ilumina la cima de todas las iniciaciones, objeto de respeto y de veneración para los sabios! Recién entonces hemos abordado el símbolo, y allí también tuvimos necesidad de orillar algunas dificultades. La historia del Tarot nos ha mostrado las transformaciones del símbolo al través de los pueblos y de las épocas, manteniendo, no obstante, la unidad de interpretación. Por lo tanto, era necesario hallar para el símbolo, un principio igualmente fijo e inmutable en su combinación, como el hallado para el número; es precisamente lo que nos propusimos descubrir. El estudio referente al origen de los idiomas nos llevó a determinar 16 jeroglíficos originales, génesis de los primitivos alfabetos. Las 22 letras hebreas derivadas directamente de esos 16 jeroglíficos, nos ofrecen una base lo suficientemente fija para el símbolo, como para evitar cualquier error involuntario. Gracias a la aplicación de estos principios, algunas informaciones, de un carácter muy general, nos fueron facilitadas respecto a la Teogonía, la Androgonía y la Cosmogonía, y mediante su ayuda pudimos construir un esquema en el que resumimos el simbolismo del Tarot. Es entonces cuando quisimos demostrar que el Tarot era precisamente la clave general que habíamos prometido. Bastarían algunas aplicaciones para demostrarlo. La Astronomía, es, en razón de sus principios invariables, el plano de referencia por excelencia, cuando se quiere determinar el paso de una evolución y se yerra el verdadero camino, la Astronomía nos recuerda el sentido de la marcha del Sol y con ello la clave de todas las evoluciones posibles. Es por no haber comprendido que el Mito solar no era sino la representación de esta ley general de la evolución, y no la especial ley de evolución del sol, que los gigantescos trabajos de Dupuis no dieron resultados prácticos. El método de las ciencias ocultas no es ni la inducción ni la deducción; sino la analogía, método hoy día desconocido y que el Tarot nos revela en todo su esplendor. Hicimos después otras aplicaciones; hubiéramos podido todavía revelar la clave de la Filosofía, de la Santa Cábala, de la Teosofía, .de la Fisiología del hombre y del universo; pero hemos preferido dar la clave y demostrar sus aplicaciones mediante algunos ejemplos, y detenernos allí. Nuestro trabajo contiene algunas imperfecciones que hubiéramos deseado evitar. No obstante nos parece oportuno destacar que, de su conjunto, se infiere la conclusión evidente: la aplicación de métodos precisos para el estudio del ocultismo. Es el conocimiento de las ciencias exactas contemporáneas lo que nos llevó al estudio del ocultismo; es partiendo del más crudo materialismo, del cual fuimos un ferviente defensor, como nos vimos empujados a trascender sus límites. Nos ha quedado de nuestra vieja conformación materialista el gusto por la metodología. Lo que obstaculiza la enseñanza de las ciencias ocultas, es la ausencia de método, pues Lucas había ya hecho notar que es necesario hacer marchar la física a la par de la metafísica para que se apoyen mutuamente; es lo que nosotros mismos hemos llevado a la práctica al desarrollar los principios fijos, tal como los números o las letras hebraicas, paralelamente a los principios metafísicos: símbolos o conceptos abstractos. Lo que pierde en general a los ocultistas, es la falta de precisión. Hemos hecho todo lo que pudimos para evitar este escollo, no sabemos si lo hemos logrado. El autor no puede juzgar su obra. Sea lo que fuere, nos hemos visto forzados algunas veces a hablar de las ciencias ocultas, sin haber tenido el placer de entrar en detalles explicativos; he aquí porqué dedicamos este libro.    

A LOS  INICIADOS.
El lector que dude de esta afirmación debe consultar los originales hebreos antes de negar. Que examine algunos de los bajos relieves egipcios más sugestivos.

Especialmente, uno del templo de Philae representa una escena de la iniciación. Dos Hierofantes–Dioses, uno con cabeza de halcón (el Sol), y el otro con cabeza de ibis (Mercurio, Thoth, el Dios de la Sabiduría y el Saber Secreto, el asesor del Sol–Osiris),
se inclinan sobre el cuerpo de un Candidato acabado de iniciar. Están en el acto de derramar sobre su cabeza un doble chorro de “agua” ( Agua de la Vida y del Renacimiento), estando los chorros entrelazados en forma de cruz y llenos de pequeñas cruces ansatas. Esto es alegórico del despertar del Candidato, ahora Iniciado, cuando los rayos del Sol de la mañana, Osiris, dan en la corona de su cabeza; siendo colocado su cuerpo, en estado de “trance”, en su Tau de madera, de modo que pueda recibir los rayos.

Entonces aparecían los Hierofantes–Iniciadores, y las palabras sacramentales eran pronunciadas ostensiblemente al Sol–Osiris, en realidad al Espíritu–Sol interno, que iluminaba al hombre recién nacido.

Que el lector medite sobre la relación del Sol con la cruz, desde la antigüedad más remota, tanto en su capacidad generativa como en la espiritual regeneradora. 

Que examine la tumba de Bait–Oxly, en el reinado de Ramsés II, en donde encontrará cruces de todas formas y en todas posiciones; así como también el trono de este soberano, y finalmente un fragmento que representa la adoración de Baldian–Alearé, del Palacio de los antecesores de Totmes III, conservado ahora en la Biblioteca Nacional de París. En
esta escultura y pintura extraordinaria se ve el disco del Sol lanzando sus rayos sobre una cruz ansata, colocada sobre otra cruz, de la cual las del Calvario son copias exactas. Los antiguos manuscritos mencionan estas cruces como los “duros lechos de los que pasaban por el parto [espiritual], el acto de darse nacimiento así mismos”. En salas subterráneas de los templos egipcios, se encontraron, al ser destruidos, cierto número de estos “lechos” cruciformes, sobre los cuales eran extendidos y asegurados los Candidatos en estado de profundo trance, al final de la suprema Iniciación.

Los santos y dignos Padres del tipo de Cirilo y Teófilo los usaron libremente, creyendo que habían sido llevados y ocultos allí por algunos nuevos conversos. Solamente Orígenes y después de él Clemente de Alejandría y otros iniciados, sabían a qué atenerse en este punto. Pero prefirieron guardar silencio.

Que el lector lea también las “fábulas” indas, como las llaman los orientalistas, y que tenga presente la alegoría de Vishvakarman, el Poder Creador, el Gran Arquitecto del Mundo, llamado en el Rig Veda el “Dios que todo lo ve”, que “se sacrifica a sí mismo”.

Los Egos Espirituales de los hombres son su esencia propia; unos con él, por lo tanto. Recuérdese que él es llamado Deva–vardhika, el “Constructor de los Dioses”, y que él es el que ata al Sol, Sûrya, su yerno, sobre su torno –(en la alegoría exotérica; sobre la Svastika, en la tradición Esotérica, pues en la Tierra es el Hierofante–Iniciador)– y le quita una parte de su resplandor. Téngase también presente que Vishvakarman es el hijo de Yoga–siddhâ, esto es, el santo poder de Yoga, y el fabricante del “arma ígnea”, el Agneyastra mágico292. En otra parte exponemos por completo esta, narración.

El autor de la obra kabalística que tanto hemos citado, pregunta: El uso teórico de la crucifixión, pues, tiene que haber estado relacionado de algún modo con la personificación de este símbolo [la estructura del Jardín del Paraíso simbolizada por un hombre crucificado]. ¿Pero cómo? ¿Y qué muestra? 

El símbolo fue del origen de las medidas, representando la ley creadora o designio. ¿Qué es lo que podía significar respecto de la humanidad, la crucifixión real? Sin embargo, que se mantenía como la efigie de alguna obra misteriosa de la misma clase, lo muestra el hecho mismo de su uso. Parece que hay profundidades bajo otras profundidades respecto a la obra misteriosa de estos valores numéricos [el símbolo de la relación de 113:335 con 20.612:6.561, por un hombre crucificado]. 

No tan sólo se indica que obran en el Cosmos, sino que… por simpatía, parece que construyen estados relacionados con un mundo espiritual invisible, y los profetas parece que han conocido los eslabones de unión. La reflexión se complica más cuando se considera que el poder de expresar la ley, de un modo exacto, por números que definan claramente un sistema, no fue un accidente del lenguaje, sino que era su esencia misma, y la de su construcción orgánica primaria; por tanto, ni el lenguaje ni el sistema matemático a él unido podían ser invención del hombre, a menos que ambos se fundasen en un lenguaje anterior que luego se hizo anticuado.

El autor prueba estos puntos con otras explicaciones, y revela el sentido secreta de la letra muerta de más de un relato, indicando que probablemente Shin-Yod-Aleph, el hombre, fue la palabra primordial:

…la primera palabra misma que poseyeron los hebreos, quienesquiera que fuesen, para expresar la idea de un hombre, por medio del sonido. Lo esencial de esta palabra era 113 [el valor numérico de esa palabra] desde el principio, y encerraba en sí los elementos del sistema cósmico expuesto.

Esto se demuestra por el Vithoba indo, una forma de Vishnu, como ya se ha dicho. La figura de Vithoba, y hasta las señales de los clavos en sus pies, es la de Jesús crucificado, en todos sus detalles, excepto en la cruz. Que se quería significar al HOMBRE, está probado, además, por el hecho de que el Iniciado volvía a nacer después de su crucifixión en el ÁRBOL DE LA VIDA.

Este “Árbol” se ha convertido ahora exotéricamente en el árbol de la muerte, a causa de su uso por los romanos como instrumento de tortura, y de la ignorancia de los primitivos cristianos que planearon el esquema.

De este modo se descubre en los símbolos geométricos que contienen la historia de la evolución del hombre, uno de los siete significados Esotéricos encerrados en este misterio de la crucifixión, por los inventores místicos del sistema cuya elaboración original y adopción data desde el tiempo mismo del establecimiento de los MISTERIOS.

Los hebreos –cuyo profeta Moisés estaba tan instruido en la Sabiduría Esotérica de Egipto, y que adoptaron el sistema numérico de los fenicios, y después de los gentiles, de los cuales tomaron la mayor parte de su misticismo kabalístico.  Adaptaron del modo más ingenioso los símbolos cósmicos y antropológicos de las naciones “paganas”, a sus peculiares anales secretos. Si el clero cristiano ha perdido hoy la clave de esto, los primitivos compiladores de los Misterios Cristianos estaban bien versados en la Filosofía Esotérica y en la Metrología hebrea Oculta, y la usaban hábilmente. 

Así fue como tomaron la palabra Aish, una de las palabras hebreas para expresar el HOMBRE, y la usaron en conjunción con la de Shânâh o año lunar, tan místicamente relacionada con el nombre de Jehovah, el supuesto “Padre” de Jesús, y encerraron la idea mística en un valor y fórmula astronómicos.
 
La idea original del “hombre crucificado”, en el espacio, ciertamente pertenece a los indos antiguos. Moor muestra esto en su Hindu Pantheon, en el grabado que representa a Vithoba. Platón la adoptó en su cruz decusada en el espacio, la X , el “segundo Dios que se imprimía en el universo en forma de cruz”; a Krishna se le representa también “crucificado”. También está repetida en el Antiguo Testamento, en la extraña recomendación de crucificar hombres ante el Señor, el Sol, lo cual no es ninguna profecía, sino que tiene un significado fálico directo. 

En esta misma obra, de las más sugestivas de los significados kabalísticos, leemos también: En símbolo, los clavos de la cruz tienen como forma de las cabezas una pirámide sólida, y una punta piramidal cuadrada, obelisco o emblema fálico del clavo. Considerando la posición de los tres clavos en las extremidades del hombre y sobre la cruz, forman o marcan la figura de un triángulo, hallándose un clavo en cada extremo del triángulo. Las heridas o stigmata de las extremidades son precisamente cuatro, significativas del cuadrado… 

Los tres clavos con las tres heridas dan el número 6, que denota las seis caras del cubo desarrollado [que constituye la cruz o la forma del hombre, o 7, contando tres cuadrados horizontales y cuatro verticales] sobre el cual se coloca al hombre; y éste, a su vez, señala la medida circular transferida a las aristas del cubo. La herida única de los pies se convierte en dos cuando los pies se separan, haciendo tres entre todas cuando están juntos y cuatro cuando separados, ó 7 en total – otro número fundamental femenino de los más santos [entre los judíos].

Así, al paso que el significado fálico o sexual de los “clavos de la crucifixión” está probado por la lectura geométrica y numérica, su significado místico es indicado por las cortas observaciones hechas anteriormente sobre el particular, en su relación y situación, respecto de Prometeo. 

Éste es otra víctima, pues es crucificado sobre la Cruz
del Amor, en la roca de las pasiones humanas; un sacrificio, por su devoción a la causa del elemento espiritual de la Humanidad.

Ahora bien; el sistema primordial, el doble signo que se halla bajo la idea de la cruz, no es “invención humana”; pues la Ideación Cósmica y la representación espiritual del Ego–hombre Divino están en su base. Más adelante se desarrolló en la hermosa idea adoptada por los Misterios y representada en ellos, la del hombre regenerado, el mortal que, crucificando al hombre de carne y sus pasiones en el lecho procústeo de tortura, renace como Inmortal. Dejando al cuerpo, el hombre animal tras él, atado a la Cruz de la Iniciación, como una crisálida vacía, el Ego–Alma se hizo tan libre como una mariposa. 

Sin embargo, más tarde, debido a la pérdida gradual de la espiritualidad, la cruz se convirtió, en Cosmogonía y en Antropología, nada mas que en un símbolo fálico.

Para los esoteristas, desde los tiempos más remotos, el Alma Universal o Anima Mundi, la reflexión material del Ideal Inmaterial, era la Fuente de la Vida de todos los seres, y del Principio de Vida de los reinos. 

Éste era septenario para los filósofosherméticos, así como para todos los antiguos. Pues él es representado como una cruz séptuple, cuyos brazos son respectivamente luz, calor, electricidad, magnetismo terrestre, radiación astral, movimiento e inteligencia, o lo que algunos llaman conciencia propia.

Como hemos dicho en otra parte, mucho antes de que la cruz o su signo fuesen adoptados como símbolos del cristianismo, el signo de la cruz era usado como una
señal de reconocimiento entre los Adeptos y Neófitos, siendo estos últimos Chrests, de Chrestos, el hombre de penas y tristezas. Eliphas Lévi, dice:
El signo de la cruz adoptado por los cristianos no les pertenece exclusivamente. 

Es también kabalístico, y representa la oposición y el equilibrio cuaternario de los elementos. 

Vemos en el versículo oculto del Paternoster… que había originalmente dos modos de
hacerlo, o, cuando menos, dos fórmulas muy diferentes para expresar su significado: una reservada a los sacerdotes e iniciados; la otra para los neófitos y el profano. 

Así, por ejemplo, el iniciado, llevando la mano a la frente, decía: a ti; luego añadía, pertenece; y continuaba, llevando la mano al pecho, el reino; luego hacia el hombro izquierdo, la justicia, y al hombro derecho, y la gracia. 

Luego juntaba las manos y añadía, por todos los cielos generadores. –Tibi sunt Malchut et Geburah et Chesed per Æonas, signo de la cruz magnífico y absolutamente kabalístico, que las profanaciones del gnosticismo hicieron que la Iglesia militante y oficial perdiese completamente.

La “Iglesia militante y oficial” hizo más: habiéndose apropiado lo que nunca le había pertenecido, tomó solamente lo que el “Profano” tenía, el significado kabalístico de los Sephiroth macho y hembra. Nunca perdió el significado interno y superior, puesto que
jamás lo poseyó; a pesar de que Eliphas Lévi encubra a Roma. El signo de la cruz adoptado por la Iglesia Latina fue fálico desde el principio, mientras que el de los griegos era la cruz de los Neófitos, los Chrestoi.

Como os he dejado las “LLAVES” y sabéis reducir Teosoficamente, y si os habéis aprendido la escritura primitiva de cada Arcano en este curso , el libro que os dejo más abajo, hace hablar a los muertos…


SEPHER YETZIRAH CAPITULO I

1-1 Con treinta y dos senderos místicos de Sabiduría grabó Yah, el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel, Elhoim vivo, Rey del universo, EL Shaddai Misericordioso y Clemente, Elevado y Exaltado, que mora en la Eternidad cuyo nombre es Santo- El es su sublime y santo-. Y creó Su universo con tres libros (Sepharim), con texto (Sepher), con número (Sephar) y con comunicación (Sippur).

1-2 Diez Sephiroth de la nada y veintidos letras de Fundamento: Tres Madres, Siete Dobles y doce Elementales.

1-3 Diez Sephiroth de la nada, en el número de los diez dedos: cinco opuestos a cinco, con una única alianza precisamente en el medio en la circuncisión de la lengua y en la circuncisión del miembro.

1-4 Diez Sephiroth de la nada, diez y no nueve, diez y no once. Discierne con Sabiduría y penetra con Inteligencia. Examina con ellas y escruta desde ellas. Haz que cada cosa se yerga sobre su esencia y haz que el Creador se siente en Su base.

1-5 Diez Sephiroth de la nada: Su medida es diez que no tienen fin. La profundidad del comienzo, la profundidad del fin, la profundidad del bien, la profundidad del mal, la profundidad de arriba, la profundidad de abajo, la profundidad del este, la profundidad del oeste, la profundidad del norte, la profundidad del sur. El Maestro único, Dios-Rey fiel, domina sobre todas ellas desde su Santa morada hasta la eternidad de las eternidades.

1-6 Diez Sephiroth de la nada. Su aparición es como la aparición del rayo, su límite no tiene fin. Su Verbo está continuamente en ellas y cuando habla, como si de un huracán se tratase, se inclinan ante su Trono y le rinden alabanzas.

1-7 Diez Sephiroth de la nada. Su fin está contenido en su principio, y su principio está en su fin, como la llama unida a la brasa. Pues el Maestro es único y no tiene segundo, y antes del Uno ¿qué podrías contar?

1-8 Diez Sephiroth de la nada. Refrena tu boca de hablar, y tu corazón de pensar. Y si tu corazón corre, regresa al lugar. Por eso está escrito: “Las Chayot corrían y regresaban”. Respecto a esto se hizo una alianza.

1-9 Diez Sephiroth de la nada. Uno es el Aliento de Elhoim vivo”, Bendito y glorificado sea el nombre de Aquél que vivifica los mundos. La voz del aliento y la palabra, Y éste es el Aliento Santo.

1-10 Dos: Aliento del Aliento. Con él grabó y talló 22 Letras Fundamento, Tres Madres, Siete Dobles y Doce Elementales Y un solo Aliento procede de ellas.

1-11 Tres: “Agua del Aliento”. Con ella grabó y talló 22 letras del caos y el vacío, el cieno y el barro.Las grabó como si de un jardín se tratase, las talló parecidas a un muro, las cubrió como con un tipo de techo. Sobre ellas puso la nieve y las convirtió en polvo, pues está escrito: “Porque dijo a la nieve: ¡Sé tú tierra!”

1-12 Cuatro: “Fuego del Agua”. Con ella grabó y talló el Trono de Gloria, Seraphim, Ophanim, los Hayot ha-Qodesh (las Santas Criaturas Vivientes) y ángeles Ministros. Sobre estos tres estableció su morada, como está escrito: “Hace a sus ángeles de alientos, a sus ministros de fuego llameante.”

1-13 De entre las Elementales escogió tres letras, según el misterio de las tres madres: Aleph, Mem y Shin. Las fijó en su Gran Nombre y con ellas selló las seis extremidades Cinco: Selló lo alto y encaró hacia arriba. Lo selló con Yud Heh Vav.

Seis: Selló lo bajo y encaró hacia abajo. Lo selló con Heh Yud Vav.

Siete: Selló el Este y encaró hacia delante. Lo selló con Vav Yud Heh.

Ocho: Selló el Oeste y encaró hacia atrás. Lo selló con Vav Heh Yud.

Nueve: Selló el Sur y encaró a la derecha. Lo selló con Yud Vav Heh.

Diez: Selló el Norte y encaró a la izquierda. Lo selló con Heh Vav Yud.

1-14 Éstas son las Diez Sephiroth de la nada: el Aliento de Elhoim vivo, Aliento del Aliento, Agua del Aliento, Fuego del Agua, Arriba, abajo, este, oeste, norte, sur.

CAPÍTULO II

2-1 Veintidos Letras Fundamento: Tres madres, Siete Dobles y Doce Elementales. Las Tres Madres son Aleph, Mem y Shin, que reposan sobre el platillo del mérito y sobre el platillo del deber, y son mantenidas en equilibrio por el pacto de la lengua. Tres madres: Aleph, Mem, Shin. La Mem zumba, la Shin silba y la Aleph es el Aliento de aire que matiene a las otras en equilibrio.

2-2 Veintidos Letras Fundamento: Él las grabó, las talló, permutó, pesó y transformó. Y con ellas dibujó todo lo que formó y todo lo que formaría.

2-3 Veintidós Letras Fundamento: las grabó con la voz, las talló con el Aliento, y las fijó en cinco lugares de la boca: Aleph, Heh, Chet y Ayin en la garganta. Guimel, Yod y Kaph, en el paladar; Daleth, Teth, Lamed, Nun y Tav, en la lengua; Tzayin, Samek, Shin, Resh y Tzaddi en los dientes; Beth, Vav, Mem y Peh, en los labios.

2-4 Veintidós Letras Fundamento: Las circunscribió en un círculo como si fuese un muro, en el que habían trazadas 231 puertas. El círculo oscila hacia delante y hacia atrás. Un signo lo muestra: No hay nada en el bien superior al Deleite; No hay nada en el mal peor que la Plaga.

2-5 ¿De qué modo? Él las permutó, las pesó y las transformó. Aleph con todas y todas con aleph. Beth con todas y todas con Beth. Se repiten en un ciclo y existen en 231 puertas. Resulta que todo lo que ha sido formado y todo lo que ha sido dicho emana de un Nombre Único. (Debemos hacer reducción del número 231= 6 en el arcano 6 tenemos 2 puertas dos caminos, pero solo uno es único… )

2-6 ÉL formó la sustancia a partir del caos e hizo existir a la no-existencia. Talló colosales pilares de aire intangible. Aquí está la señal: Aleph con todas y todas con Aleph. Él contempló, transformó y fabricó todo lo que ha sido formado y todo lo que ha sido dicho: un solo Nombre. Sobre esto hay una señal: veintidos objetos en un único cuerpo.

CAPÍTULO III

3-1 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin. Su Fundamento es un platillo de mérito, un platillo de responsabilidad y la lengua del decreto decidiendo entre ambos.

3-2 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin. En seis anillos se encuentra oculto y sellado un gran y maravilloso secreto, y de ellas emanan el Aire, el Agua y el Fuego. Ellas han dado nacimiento a los Padres, y los Padres han dado nacimiento a los engendrados.

3-3 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin. Él las grabó, las talló, las permutó, las pesó y las transformó. Mediante ellas formó Tres Madres AMSh en el Universo, Tres Madres AMSh en el Año y Tres Madres AMSh en el Alma, masculina y femenina.

3-4 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin, que en el Universo son el Aire, el Fuego y el Agua. Los cielos fueron creados a partir del Fuego; la Tierra fue creada a partir del Agua, y el Aire del Aliento se mantiene entre ambos.

3-5 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin, que en el año son el Calor, el Frío y lo templado. El Calor se engendró en el Fuego, el Frío fue engendrado en las Aguas y lo Templado, del Aliento, decide entre ambas.

3-6 Tres Madres: Aleph, Mem y Shin, que en el Alma, masculina y femenina, constituyen la Cabeza, el Vientre y el Pecho. La Cabeza fue creada por el Fuego, el Vientre fue creado por las Aguas y el Pecho fue creado por el Aliento, decide entre ambos.

3-7 Él hizo la letra Aleph reinar sobre el Aliento. La coronó y la combinó con todas las demás, y con ellas formó el Aire en el Universo, lo templado en el año y el pecho en el Alma: el masaculino con AMSh y el femenino con AShM.

3-8 Él hizo a Mem reinar sobre el Agua. La coronó y la combinó con todas las demás. Con ellas formó la tierra en el Universo, el Frío en el año y el vientre en el Alma: el masculino con MASh y el femenino con MShA.

3-9 Él hizo a Shin reinar sobre el Fuego. La coronó y la combinó con todas las demás. Con ellas formó el cielo en el Universo, el Calor en el Año, y la Cabeza en el Alma: la masculina con ShAM y la femenina con ShMA.

4-1 Siete Dobles: BGD-KPRT, que se rigen a sí mismas con dos modos de lenguaje: Bet-Bhet; Gimel-Ghimel; Dalet-Daleth; Kaf-Khaf; Peh-Pheh; Resh-Rhesh; Tav-Thav, sirviendo de modelo para lo blando y lo duro, para lo fuerte y para lo débil.

4-2 Siete Dobles: BGD-KPRT, que reposan sobre la Sabiduría, la Riqueza, la Semilla, la Vida, el Dominio, la Paz y la Belleza.

4-3 Siete Dobles: BGD-KPRT, en el habla y en la transposición. El contrario de la Sabiduría, la Locura; el contrario de la Riqueza, la Miseria; el contrario de la Semilla, la Desolación; el contrario de la Vida, la Muerte. El contrario del Dominio, la Esclavitud; el contrario de la Paz, la Guerra; el contrario de la Gracia, la Fealdad.

4-4 Siete Dobles: BGD-KPRT. Arriba y abajo; Este y Oeste; Norte y Sur. El Santo Palacio se sitúa en el centro de ellas y las sostiene a todas.

4-5 Siete Dobles: BGD-KPRT. Siete y no seis, siete y no ocho. Examínalas, escrútalas. Instaura cada cosa en su esencia y sienta al Creador en su base.

4-6 Siete Dobles: BGD-KPRT del Fundamento. Él las grabó, las talló, las permutó, las pesó y las Transformó, y con ellas formó siete planetas en el Universo, siete días en el Año y siete puertas en el Alma, masculina y femenina

. 4-7 Siete planetas en el Universo: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna. Siete días en el año: los siete días de la semana. Siete puertas en el Alma, masculina y femenina: dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales y una boca.

4-8 Él hizo reinar a la letra Beth sobre la sabiduría; la coronó y la combinó con las demás. Así formó la Luna en el Universo, el Domingo en el Año y el ojo derecho en el Alma, masculina y femenina.

4-9 Él hizo reinar a la letra Gimel sobre la Riqueza; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Marte en el Universo, el Lunes en el año y la oreja derecha en el Alma, masculina y femenina.

4-10 Él hizo reinar a la letra Daleth sobre la Semilla; la coronó y la combinó con las demás. Así formó el Sol en el Universo, el Martes en el año y la fosa nasal derecha en el Alma, masculina y femenina.

4-11 Él hizo reinar a la letra Kaph sobre la Vida; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Venus en el Universo, el Miércoles en el año y el ojo izquierdo en el Alma, masculina y femenina.

4-12 Él hizo reinar a la letra Pe sobre el Dominio; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Mercurio en el universo, el Jueves en el año y la oreja izquierda en el Alma, masculina y femenina.

4-13 Él hizo reinar a la letra Resh sobre la Paz; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Saturno en el universo, el Viernes en el año y la fosa nasal izquierda en el Alma, masculina y femenina.

4-14 Él hizo reinar a la letra Tav sobre la Gracia; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Júpiter en el universo, el Sabbath en el año y la boca en el Alma, masculina y femenina.

4-15 Siete Dobles: BGD-KPRT. Con ellas fueron grabados siete universos, siete firmamentos, siete tierras, siete mares, siete ríos, siete desiertos, siete días, siete semanas, siete años, siete ciclos sabáticos, siete jubileos y el Palacio Sagrado, y por ello quiso Dios que el septenário prevaleciera bajo todo los cielos.

4-16 Dos piedras construyen dos casas. Tres piedras construyen seis casas. Cuatro piedras construyen veinticuatro casas. Cinco piedras construyen seiscientas veinte casas. Siete piedras construyen cinco mil cuarenta casas. A partir de aquí está lo que la boca no puede expresar y lo que el oído no puede oír.
 
CAPITULO V
5-1 Doce Elementales: He, Vav, Tzayin, Chet, Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph, que se sostienen sobre la palabra, el pensamiento, el movimiento, la vista, el oído, el trabajo, la copulación, el olfato, el sueño, la ira, el sabor y la risa.

5-2 Doce Elementales: He, Vav, Tzayin, Chet, Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph. Los doce puntos diagonales cosntituyen su Fundamento: Arriba-Este, Noreste, Abajo-este. Arriba-Sur, Sureste, Abajo-Sur; Arriba-Oeste, Suroeste, AbajoOeste. Arriba.Norte, Noroeste, Abajo-Norte, y se expanden sin descanso por todo el universo por toda la eternidad, constituyendo los límites del Universo.

5-3 Doce Elementales: He, Vav, Tzayin, Chet, Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph. Fundadas, grabadas, talladas, permutadas, pesadas y transformadas. 

Por ellas fueron formadas doce constelaciones en el Universo, doce meses en el Año y doce gobernantes en el Alma, masculina y femenina.

5-4 Doce constelaciones en el Universo: Aries, Tauro, Géminis, Cäncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

5-5 Doce meses en el Año: Nisán, Iyar, Siván, Tamuz, Av, Elul, Tishri, Sheshvan, Kislev, Tevet, Shevat y Adar.

5-6 Doce gobernantes en el Alma masculina y femenina: dos manos, dos pies, dos riñones, la vesícula biliar, los intestinos, el hígado, el estómago, los órganos reproductores y el bazo.

5-7 Él hizo a la letra Heh reinar sobre la palabra; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Aries en el Universo, a Nissán en el año y el pie derecho en el Alma, masculina y femenina. Él hizo a la letra Vav reinar sobre el pensamiento; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Tauro en el Universo, a Iyar en el año y el riñón derecho en el Alma, masculina y femenina. Él hizo a la letra Tzayin reinar sobre el movimiento; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Géminis en el Universo, a Siván en el año y el pie izquierdo en el Alma, masculina y femenina.

5-8 Él hizo a la letra Chet reinar sobre la vista; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Cáncer en el Universo, a Tamuz en el año y la mano derecha en el Alma, masculina y femenina. 

Él hizo a la letra Tet reinar sobre el oído; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Leo en el Universo, a Av en el año y el riñón izquierdo en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la letra Yod reinar sobre el Trabajo; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Virgo en el Universo, a Elul en el año y la mano izquierda en el Alma, masculina y femenina.

5-9 Él hizo a la letra Lamed reinar sobre la copulación; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Libra en el universo, a Tishri en el año y la vesícula biliar en el Alma, masculina y femenina. Él hizo a la letra Nun reinar sobre el olfato; la coronó y la combinó con las demás. 

Así formó a Escorpio en el Universo, a Cheshvan en el año y el intestino delgado en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la letra Samekh reinar sobre el sueño; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Saggitario en el Universo, a Kislev en el año y el estómago en el Alma, masculina y femenina.

5-10 Él hizo a la letra Ayin reinar sobre la ira; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Capricornio en el Universo, a Tevet en el año y el hígado en el Alma, masculina y femenina.. 

Él hizo a la letra Tzaddi reinar sobre el gusto; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Acuario en el Universo, a Shevat en el año y el esófago en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la letra Qoph reinar sobre la risa; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Piscis en el Universo, a Adar en el año y los órganos reproductores en el Alma, masculina y femenina.. 

Él los formó como contrarios, los estableció como un muro y los dipuso el uno contra el otro.

CAPITULO VI

6-1 De las Tres Madres, AMSh, emanan Tres Padres, Aire, Agua y Fuego, y de los Padres descendientes. Tres padres y sus descendientes, y siete planetas y sus ejércitos, y los doce puntos diagonales. Los testimonios que lo demuestran son el Universo, el Año, el Alma y una ley de doce, de siete y de tres que fueron establecidos por Él en el Dragón, en la Esfera y en el Corazón.

6-2 Tres Madres, AMSh, aire, agua y fuego. El fuego está arriba, el agua está debajo y el aire del Aliento se mantiene entre ambos. Hay una señal de que el fuego sostiene al agua: Mem zumba, Shin silba y Aleph es el aliento de aire que las mantiene en equilibrio.

6-3 El Dragón es en el Universo como un Rey en su trono. La esfera es en el Año como un Rey en el imperio, y el Corazón es en el Alma como un Rey en la guerra.

6-4 Así los hizo Dios corresponderse el uno con el otro. El bien es contrario al mal. EL mal es contrario al bien. El bien ha surgido del bien. El mal ha surgido del mal. El bien conforma el mal, y el mal conforma el bien. El bien se preserva para los buenos, y el mal es preservado para los malos.

6-5 Hay tres que se mantienen por sí mismas: una defiende, otra acusa y otra las equilibra. De las siete, tres son contrarias a las otras tres, y la otra las mantiene en equilibrio. Hay doce que están en guerra: tres aman, tres odian, tres conceden la vida y tres matan. Hay tres que aman: el corazón y los oídos. Hay tres que odian: el hígado, la vesícula biliar y la lengua. Hay tres que conceden la vida: las dos fosas nasales y el órgano reproductor. Hay tres que matan: los dos orificios del cuerpo y la boca. Y Dios, Rey fiel, gobierna sobre todos ellos desde su Santa morada por toda la eternidad. Uno sobre tres, tres sobre siete, siete sobre doce, y todos ellos se encuentran ligados el uno con el otro.

6-6 Estas son las veintidós letras con las que grabó Eheyé, Yah, YHVH Elohim, YHVH, YHVH Tzavaot, Elhoim Tzavaot, El Sahadai, YHVH Adonai; Y con ellas hizo tres Libros con los que creó su Universo. Con ellas ha formado todo lo que ha sido formado y todo lo que será jamás formado.

6-7 Cuando nuestro padre Abraham, la paz sea con él, miró, vió, comprendió, escrutó, grabó y talló, tuvo éxito en la creación, tal y como está escrito: “Y las almas que ellos hicieron en Harán”. De inmediato se le reveló el Maestro de todo, sea su Nombre bendito por siempre, y le puso en su seno, y le besó en la cabeza, y le llamó “Abraham mi amigo”. ÉL hizo un pacto con él y con sus hijos después de él por siempre, como está escrito. Y él creyó en Dios y El se lo tuvo por justicia. Hizo alianza con él entre los diez dedos de sus manos, que es el pacto de la lengua, y entre los diez dedos de sus pies, que es la alianza de la circuncisión. Y ató las veintidós letras de la Tirah sobre su lengua y le reveló su Misterio. Las sumergió en el agua, las inflamó en el fuego, las agitó con el Aliento, las incendió con los siete planetas y las gobernó con las doce constelaciones. Fin del Sepher Yetzirah

Este escrito esta hilado con el libro El Tarot de los Bohemios y mi visión personal, y os dejo el Sepher Yetzirah.

Os dejo también este post de Lluisa Vert porque os dejara aun mas clara la visión


http://www.arsgravis.com/?p=6723
 

Vuestra en la Santa Ciencia Ana Suero Sanz
https://filosofiaocultablog.wordpress.com/2017/03/21/explicacion-cabalista-de-la-cruz/



LVX

26/11/2019

Comentarios