Por Ana Suero Sanz
Entregar a un pueblo un libro
para que lo adore y lo conserve intacto, está bien; pero dar a un pueblo un
libro que le ayude a vivir, es todavía mejor.
El pueblo encargado de
transmitir, desde la más lejana antigüedad, el conocimiento oculto, es el
pueblo bohemio.
Los bohemios Los bohemios poseen
una biblia; esta biblia les facilita el diario vivir, pues con ella predican la
buenaventura; esta biblia es también un motivo continuo de ocio, puesto que les
permite entretenerse jugando.
Sí, ese juego de cartas
denominado Tarot, que poseen los bohemios, es la biblia de las biblias.
Es el libro de Thot-Hermes, es el
libro de Adán, es el libro de la revelación primitiva de las antiguas
civilizaciones. Cuando el Masón, hombre inteligente y virtuoso, ha perdido la
tradición; cuando el sacerdote, hombre igualmente inteligente y virtuoso, ha
perdido su esoterismo; los Bohemios, hombres ignorantes y viciosos, nos dan la
clave que nos permitirá explicar todos los simbolismos. ¿Cómo no admirar la
sabiduría de estos iniciados que han utilizado el vicio y le han hecho
producir, desde el punto de vista del bien, mejores resultados que a la virtud?
Este juego de cartas de los bohemios es un libro maravilloso, como
acertadamente lo ha observado Court de Gébelin y sobre todo Vaillant. Este
juego, con el nombre de Tarot, Torá, Rota, ha formado sucesivamente la base de
la enseñanza sintética de todos los pueblos antiguos.
Allí donde el hombre del
pueblo no ve otra cosa que un simple pasatiempo, los pensadores vuelven a
encontrar la clave de esta oscura tradición. Raymond Lulle basa su Ars Magna
sobre el Tarot y logra reemplazar el cerebro humano con el automatismo de
aquél; Jerome Cardan escribe sobre las claves del Tarot un tratado de la
sutilidad; Guillaume Postel halla en el Tarot la llave de las cosas ocultas y
Louis Claude de Saint Martin, el 7 filósofo desconocido, ve descritos en ellos
los lazos misteriosos que unen a Dios, el Universo y el Hombre. Es gracias al
Tarot que hallaremos y desarrollaremos esta ley sintética encerrada en todos
los simbolismos. Se acerca la hora en que la palabra perdida será nuevamente
hallada: Maestros, Rosacruces y Kadosch, vosotros que formáis el triángulo
sagrado de la iniciación, recordad.
Rosa cruz
Acuérdate maestro, de ese hombre
ilustre, asesinado por la más cobarde de las conjuraciones; acuérdate de Hiram
del cual esperas con fe la resurrección prometida por la Rama de la Acacia
(Hiram-Hermes-Mariah). Acuérdate Rosacruz, de esa palabra misteriosa que has
buscado durante tanto tiempo, pero cuyo significado se te oculta todavía.
Acuérdate Kadosch, del símbolo magnífico que irradiaba en el centro del
triángulo luminoso cuando te fue revelada la verdadera significación de la
letra “G” Hiram-Inri-(Y-H-V-H) encierra idéntico misterio bajo diferentes
aspectos. El que ha comprendido una de estas palabras posee la llave que abre
la tumba de Hiram, símbolo de la ciencia sintética de los antiguos; puede abrir
esta tumba y penetrar sin temor en el corazón del maestro venerable, símbolo de
la enseñanza esotérica. El Tarot entero está construido sobre esta palabra dispuesta
en forma de rueda, rota.
INRI es la palabra que os revela
la identidad de vuestro origen, o Masones o católicos. Igne Natura Renovatur
Integra. Jesus Nazareus Rex ludeorum son los polos opuestos, científicos y
religiosos, físicos y metafísicos de una idéntica doctrina. Y H V H es la
palabra que os señala la unidad de vuestro origen, ¡oh! Masones, ¡oh!
Cabalistas. TAROT, TORÁ, ROTA son las palabras que os indican a todos vosotros,
orientales y occidentales, la unidad de vuestros deberes y aspiraciones en el
Eterno Adán-Eva, fuente de todos nuestros conocimientos y creencias. Salud,
pues, nómadas bohemios, a quienes agradecemos la conservación de este
maravilloso instrumento, resumen sintético de toda la enseñanza antigua.
EL NOMBRE SAGRADO IOD-HE-VAU-HE
La cábala y el nombre sagrado — La iod — La hé — La vau, — La segunda hé —
Síntesis del nombre sagrado. Si debemos creer a la antigua tradición oral o
cábala, existe un nombre sagrado que revela, al mortal que descubra la
verdadera pronunciación, la clave de todas las ciencias divinas y humanas. Este
nombre que los israelitas no pronuncian jamás, y que el gran sacerdote decía
una vez al año en medio de los gritos del pueblo profano, es aquel que se halla
en la cima de todas las iniciaciones, aquel que irradia en el centro del
triángulo resplandeciente correspondiente al grado 33 de la Masonería Escocesa,
aquel que se instala sobre el pórtico de nuestras viejas catedrales; está
formado por cuatro letras hebreas y se lee: iod-hé-vau-hé. Se las emplea en el
Sepher Bereschit o Génesis de Moisés para designar la divinidad, y su
construcción gramatical es tal que recuerda por su misma estructura los
atributos conferidos a Dios por los buenos deseos de los hombres. A
continuación veremos que los poderes atribuidos a esta palabra constituyen,
hasta cierto punto, una realidad, atento a que abren con facilidad la puerta
simbólica del arca que contiene la revelación de toda la ciencia antigua. Por
lo tanto nos es indispensable entrar en algunos detalles a dicho respecto. Esta
palabra está formada por cuatro letras, iod, hé, vau, hé. Esta última se halla repetida
dos veces.
A cada letra del alfabeto hebraico se le asigna un número. Veamos
los que corresponden a las letras que nos ocupan. La iod = 10 La hé = 5 La vau
= 6 El valor numérico total del nombre iod-hé-vau-hé será entonces: 10+5+6+5 =
26 Consideremos por separado cada una de estas letras.
El número 4 no es bueno pues este
esta atado a la cruz, es por así decir la condena estúpida del hombre atado a
la cruz de la materia.
En cábala se lee diferente,
siendo el 4 el nacimiento del 10: 1+2+3+4=10, Lo cual implica al 5 el secreto
de la Madre muerta( Noo la materia no se puede oponer al espíritu jamás…Deben
unirse en matrimonio alquímico ), veamos como se ve esto cabalisticamente:
La Iod
Configurada por una coma y
también por un punto, representa el principio de las cosas.
Todas las letras
del alfabeto hebreo no son otra cosa que una serie de combinaciones resultantes
del arreglo o permutación de la letra iod.
El estudio sintético de la
naturaleza, había hecho pensar a los antiguos que los fenómenos naturales eran
dirigidos por la actuación de una sola ley. Esta ley, base de la analogía,
colocaba la unidad-principio en el origen de las cosas y consideraba a las
mismas como el reflejo, en grados diversos, de aquella unidad-principio.
Por lo
tanto, la iod, formando por sí sola todas las letras y, en consecuencia, todas
las palabras y frases, era justamente la imagen y representación de esta
unidad-principio, cuyo conocimiento estaba vedado a los profanos. En
consecuencia, la ley que presidió a la creación del idioma de los Hebreos es la
misma que presidió a la creación del Universo, y conocer la una es conocer
implícitamente la otra.
He aquí lo que tiende a demostrar uno de los más
antiguos libros de cábala, el Sepher Jesirah. Antes de continuar, aclaremos mediante
un ejemplo la definición que hicimos de la iod.
La primera letra del alfabeto
Hebreo, aleph, está formada por cuatro iod opuestas dos a dos. Lo mismo ocurre
con todas las demás letras. El valor numérico de la iod conduce a otras
consideraciones.
La UNIDAD-PRINCIPIO, según la doctrina de los cabalistas, es
también la UNIDAD-FIN de los seres y de las cosas, y la eternidad no es, desde
este punto de vista, más que un eterno presente. Por esto los antiguos
simbolistas (symbolistes) han expresado esta idea mediante un punto en el
centro de un círculo; representando la unidad-principio por la circunferencia,
línea sin comienzo ni fin. Según esto, la unidad expresa la suma de todos los
seres creados, los cuales representan sus partes constitutivas; lo mismo que la
unidad-hombre está formada por la suma de los miles de millones de células que
constituyen su ser.
En el origen de todas las cosas, la cábala sitúa la
afirmación absoluta del ser por sí mismo, del ser-unidad, cuya representación
simbólica es la iod, y el número 10 como expresión numérica.
Este número (10)
representando la unión del principio-todo (1) a la nada ninguno (0) se adapta
perfectamente a las condiciones exigidas.
Las condiciones exigidas son el
matrimonio alquímico por esto el iod es el Sol sin iluminar pues debe trabajar
como Hércules tirando las armas es Osiris, por esto las Hé nos dan 5 porque el
número 5 son la Luna y el Sol o Isis y Osiris hermanos trabajando en nuestro
interior como ser andrógino y en el
Tarot el Arcano 5 es el Sumo Sacerdote, el cual con ellos reunidos desvela el
secreto sagrado al matrimonio.
LA HÉ
Mas el Yo no puede concebirse
sino como opuesto al No Yo. Apenas nos afirmamos como tal Yo, nos vemos en la
obligación de aceptar idéntica afirmación de parte del YO ABSOLUTO, de lo cual
inferimos la noción de su existencia. Este es el origen de la “dualidad”, de la
oposición, del Binario —imagen de la femineidad—, así como la unidad es la
imagen de la masculinidad. Diez, dividiéndose para oponerse a sí mismo, da
cinco (5), número exacto de la letra “hé” —segunda del gran nombre sagrado. La
“hé” representará así el “pasivo” referido a la “iod”, que simbolizará el
“activo”; el “no yo” referido al “yo”; la “mujer” en relación al “hombre”; la
“sustancia” en relación a la “esencia”; la “vida” con referencia al “alma”,
etcétera.
LA VAU
Mas la oposición del Yo al No Yo
produce un nuevo factor, la relación entre el Yo y el No Yo. Luego, la “vau”,
sexta letra del alfabeto hebreo, generada por 10 (iod) + 5 (hé) = 15 = 1 + 5 =
6, representa un “corchete” y también una “relación”; es el corchete que reúne
los opuestos en la naturaleza, constituyendo el tercer término de esta
trinidad:
Yo_________ No Yo Relación del Yo
con el No Yo.
LA SEGUNDA HE
Más allá de la trinidad,
considerada como ley, nada puede existir. La trinidad es la fórmula sintética y
absoluta que comprende todas las ciencias. Esta fórmula, cuyo valor científico
parecía ya olvidado, nos ha sido transmitida íntegramente por todas las
religiones (depositarias inconscientes de la CIENCIA-SABIDURÍA de las
primitivas civilizaciones). Es debido a esto que el nombre sagrado está
constituido tan sólo por tres letras. El cuarto término se halla compuesto por
la repetición de la letra “hé” Esta repetición señala el tránsito de la ley Ternaria
a una nueva aplicación, podríamos decir: la transición del mundo metafísico al
mundo físico, y, en términos generales, de un mundo cualquiera a su inmediato
subsecuente. El conocimiento de esta propiedad, que caracteriza a la segunda
“hé”, es la clave de aplicación del nombre divino. En lo que sigue presentaremos
la prueba de esta afirmación.
RESUMEN
Conociendo el valor de cada uno
de los términos que comprende el nombre sagrado, hagamos la síntesis y
totalicemos los resultados obtenidos. El nombre “iod-hé-vau-hé” está formado
por cuatro letras, significando cada una de ellas: La “iod”: El principio
activo por excelencia. El yo = 10. La “hé”; El principio pasivo por excelencia.
El no yo = 5. La “vau”: El término medio, el corchete que reúne el activo con
el pasivo, la relación del Yo con el No Yo = 6. Estos tres términos expresan la
ley ternaria del ABSOLUTO. La “2a hé”: La que determina el paso de un mundo a
otro, expresa la transición. Esta segunda “hé” representa al ser total,
encerrando en una unidad absoluta los tres términos que lo constituyen: YO-NO
YO-RELACIÓN; el paso del noumeno al fenómeno y, recíprocamente, el paso de una
gama a otra gama. Es la semilla que contiene en germen al futuro árbol.
Cruz cabalísta
El Tarot se nos ha mostrado como
la traducción egipciana del libro de la iniciación, partiendo, al igual que
esta clave —actualmente perdida— de la Masonería y de las ciencias ocultas.
¿Cómo descifrar este jeroglífico? ¿Cómo descubrir la agrupación misteriosa de
estas láminas? La facultad de concebir supone implícitamente la facultad de
ejecutar, nos dice Wronski. Convencidos de esta verdad hemos interrogado a la
antigüedad venerable. Las esfinges, mudas para los profanos, han hablado; los
antiguos templos han develado sus misterios, los Iniciados han respondido a
nuestro llamado: cuatro letras enigmáticas nos han sido reveladas: El Tarot
traduce las combinaciones de IEVE,(DEBEMOS USAR LA IMAGINACIÓN CON EL GENIO,
PARA OBTENER LA LLAVE…IEVE) según nos lo ha demostrado su análisis; no
obstante, a fin de frenar nuestra imaginación, hemos elegido como punto de
partida para nuestro estudio un principio fijo e inmutable, capaz de prevenir
cualquier error: el número. Hé Vau Hé lod ¡Sagrada palabra que ilumina la cima
de todas las iniciaciones, objeto de respeto y de veneración para los sabios!
Recién entonces hemos abordado el símbolo, y allí también tuvimos necesidad de
orillar algunas dificultades. La historia del Tarot nos ha mostrado las
transformaciones del símbolo al través de los pueblos y de las épocas,
manteniendo, no obstante, la unidad de interpretación. Por lo tanto, era
necesario hallar para el símbolo, un principio igualmente fijo e inmutable en
su combinación, como el hallado para el número; es precisamente lo que nos
propusimos descubrir. El estudio referente al origen de los idiomas nos llevó a
determinar 16 jeroglíficos originales, génesis de los primitivos alfabetos. Las
22 letras hebreas derivadas directamente de esos 16 jeroglíficos, nos ofrecen una
base lo suficientemente fija para el símbolo, como para evitar cualquier error
involuntario. Gracias a la aplicación de estos principios, algunas
informaciones, de un carácter muy general, nos fueron facilitadas respecto a la
Teogonía, la Androgonía y la Cosmogonía, y mediante su ayuda pudimos construir
un esquema en el que resumimos el simbolismo del Tarot. Es entonces cuando
quisimos demostrar que el Tarot era precisamente la clave general que habíamos
prometido. Bastarían algunas aplicaciones para demostrarlo. La Astronomía, es,
en razón de sus principios invariables, el plano de referencia por excelencia,
cuando se quiere determinar el paso de una evolución y se yerra el verdadero
camino, la Astronomía nos recuerda el sentido de la marcha del Sol y con ello
la clave de todas las evoluciones posibles. Es por no haber comprendido que el
Mito solar no era sino la representación de esta ley general de la evolución, y
no la especial ley de evolución del sol, que los gigantescos trabajos de Dupuis
no dieron resultados prácticos. El método de las ciencias ocultas no es ni la
inducción ni la deducción; sino la analogía, método hoy día desconocido y que
el Tarot nos revela en todo su esplendor. Hicimos después otras aplicaciones;
hubiéramos podido todavía revelar la clave de la Filosofía, de la Santa Cábala,
de la Teosofía, .de la Fisiología del hombre y del universo; pero hemos
preferido dar la clave y demostrar sus aplicaciones mediante algunos ejemplos,
y detenernos allí. Nuestro trabajo contiene algunas imperfecciones que
hubiéramos deseado evitar. No obstante nos parece oportuno destacar que, de su
conjunto, se infiere la conclusión evidente: la aplicación de métodos precisos
para el estudio del ocultismo. Es el conocimiento de las ciencias exactas
contemporáneas lo que nos llevó al estudio del ocultismo; es partiendo del más
crudo materialismo, del cual fuimos un ferviente defensor, como nos vimos
empujados a trascender sus límites. Nos ha quedado de nuestra vieja
conformación materialista el gusto por la metodología. Lo que obstaculiza la
enseñanza de las ciencias ocultas, es la ausencia de método, pues Lucas había
ya hecho notar que es necesario hacer marchar la física a la par de la
metafísica para que se apoyen mutuamente; es lo que nosotros mismos hemos llevado
a la práctica al desarrollar los principios fijos, tal como los números o las
letras hebraicas, paralelamente a los principios metafísicos: símbolos o
conceptos abstractos. Lo que pierde en general a los ocultistas, es la falta de
precisión. Hemos hecho todo lo que pudimos para evitar este escollo, no sabemos
si lo hemos logrado. El autor no puede juzgar su obra. Sea lo que fuere, nos
hemos visto forzados algunas veces a hablar de las ciencias ocultas, sin haber
tenido el placer de entrar en detalles explicativos; he aquí porqué dedicamos
este libro.
A LOS INICIADOS.
El lector que dude de esta
afirmación debe consultar los originales hebreos antes de negar. Que examine algunos de los
bajos relieves egipcios más sugestivos.
Especialmente, uno del templo de
Philae representa una escena de la iniciación. Dos Hierofantes–Dioses, uno con
cabeza de halcón (el Sol), y el otro con cabeza de ibis (Mercurio, Thoth, el Dios de la
Sabiduría y el Saber Secreto, el asesor del Sol–Osiris),
se inclinan sobre el cuerpo de un
Candidato acabado de iniciar. Están en el acto de derramar sobre su cabeza un doble
chorro de “agua” ( Agua de la Vida y del Renacimiento), estando los
chorros entrelazados en forma de cruz y llenos de pequeñas cruces ansatas. Esto es alegórico
del despertar del Candidato, ahora Iniciado, cuando los rayos del Sol de la mañana,
Osiris, dan en la corona de su cabeza; siendo colocado su cuerpo, en estado de “trance”, en
su Tau de madera, de modo que pueda recibir los rayos.
Entonces aparecían los Hierofantes–Iniciadores, y las palabras sacramentales eran pronunciadas ostensiblemente al Sol–Osiris, en realidad al Espíritu–Sol interno, que iluminaba al hombre recién nacido.
Entonces aparecían los Hierofantes–Iniciadores, y las palabras sacramentales eran pronunciadas ostensiblemente al Sol–Osiris, en realidad al Espíritu–Sol interno, que iluminaba al hombre recién nacido.
Que el lector medite sobre la
relación del Sol con la cruz, desde la antigüedad más remota, tanto en su capacidad
generativa como en la espiritual regeneradora.
Que examine la tumba de Bait–Oxly, en
el reinado de Ramsés II, en donde encontrará cruces de todas formas y en todas
posiciones; así como también el trono de este soberano, y finalmente un fragmento que
representa la adoración de Baldian–Alearé, del Palacio de los antecesores de Totmes III,
conservado ahora en la Biblioteca Nacional de París. En
esta escultura y pintura
extraordinaria se ve el disco del Sol lanzando sus rayos sobre una cruz ansata, colocada sobre
otra cruz, de la cual las del Calvario son copias exactas. Los antiguos manuscritos
mencionan estas cruces como los “duros lechos de los que pasaban por el parto
[espiritual], el acto de darse nacimiento así mismos”. En salas subterráneas de los templos
egipcios, se encontraron, al ser destruidos, cierto número de estos “lechos”
cruciformes, sobre los cuales eran extendidos y asegurados los Candidatos en estado de
profundo trance, al final de la suprema Iniciación.
Los santos y dignos Padres del tipo de Cirilo y Teófilo los usaron libremente, creyendo que habían sido llevados y ocultos allí por algunos nuevos conversos. Solamente Orígenes y después de él Clemente de Alejandría y otros iniciados, sabían a qué atenerse en este punto. Pero prefirieron guardar silencio.
Los santos y dignos Padres del tipo de Cirilo y Teófilo los usaron libremente, creyendo que habían sido llevados y ocultos allí por algunos nuevos conversos. Solamente Orígenes y después de él Clemente de Alejandría y otros iniciados, sabían a qué atenerse en este punto. Pero prefirieron guardar silencio.
Que el lector lea también las
“fábulas” indas, como las llaman los orientalistas, y que tenga presente la alegoría de
Vishvakarman, el Poder Creador, el Gran Arquitecto del Mundo, llamado en el Rig Veda el
“Dios que todo lo ve”, que “se sacrifica a sí mismo”.
Los Egos Espirituales de los
hombres son su esencia propia; unos con él, por lo tanto. Recuérdese que él es llamado
Deva–vardhika, el “Constructor de los Dioses”, y que él es el que ata al Sol, Sûrya, su
yerno, sobre su torno –(en la alegoría exotérica; sobre la Svastika, en la tradición
Esotérica, pues en la Tierra es el Hierofante–Iniciador)– y le quita una parte
de su resplandor. Téngase también presente que Vishvakarman es el hijo de Yoga–siddhâ, esto es, el
santo poder de Yoga, y el fabricante del “arma ígnea”, el Agneyastra mágico292. En otra
parte exponemos por completo esta, narración.
El autor de la obra kabalística
que tanto hemos citado, pregunta: El uso teórico de la crucifixión,
pues, tiene que haber estado relacionado de algún modo con la personificación de este
símbolo [la estructura del Jardín del Paraíso simbolizada por un hombre
crucificado]. ¿Pero cómo? ¿Y qué muestra?
El símbolo fue del origen de las
medidas, representando la ley creadora o designio. ¿Qué es lo que podía
significar respecto de la humanidad, la crucifixión real? Sin embargo, que se
mantenía como la efigie de alguna obra misteriosa de la misma clase, lo muestra
el hecho mismo de su uso. Parece que hay profundidades bajo otras profundidades
respecto a la obra misteriosa de estos valores numéricos [el símbolo de la
relación de 113:335 con 20.612:6.561, por un hombre crucificado].
No tan sólo
se indica que obran en el Cosmos, sino que… por simpatía, parece que construyen
estados relacionados con un mundo espiritual invisible, y los profetas parece
que han conocido los eslabones de unión. La reflexión se complica más cuando se
considera que el poder de expresar la ley, de un modo exacto, por números que
definan claramente un sistema, no fue un accidente del lenguaje, sino que era
su esencia misma, y la de su construcción orgánica primaria; por tanto, ni el
lenguaje ni el sistema matemático a él unido podían ser invención del hombre, a
menos que ambos se fundasen en un lenguaje anterior que luego se hizo
anticuado.
El autor prueba estos puntos con
otras explicaciones, y revela el sentido secreta de la letra muerta de más de un relato,
indicando que probablemente Shin-Yod-Aleph, el hombre, fue la palabra
primordial:
…la primera palabra misma que
poseyeron los hebreos, quienesquiera que fuesen, para expresar la idea de un hombre,
por medio del sonido. Lo esencial de esta palabra era 113 [el valor numérico de esa palabra] desde el principio, y encerraba en sí los elementos del sistema cósmico expuesto.
Esto se demuestra por el Vithoba
indo, una forma de Vishnu, como ya se ha dicho. La figura de Vithoba, y hasta las
señales de los clavos en sus pies, es la de Jesús crucificado, en todos sus
detalles, excepto en la cruz. Que se quería significar al HOMBRE, está probado, además, por
el hecho de que el Iniciado volvía a nacer después de su crucifixión en el
ÁRBOL DE LA VIDA.
Este “Árbol” se ha convertido ahora exotéricamente en el árbol de la muerte, a causa de su uso por los romanos como instrumento de tortura, y de la ignorancia de los primitivos cristianos que planearon el esquema.
Este “Árbol” se ha convertido ahora exotéricamente en el árbol de la muerte, a causa de su uso por los romanos como instrumento de tortura, y de la ignorancia de los primitivos cristianos que planearon el esquema.
De este modo se descubre en los
símbolos geométricos que contienen la historia de la evolución del hombre, uno de
los siete significados Esotéricos encerrados en este misterio de la crucifixión, por
los inventores místicos del sistema cuya elaboración original y adopción data desde el
tiempo mismo del establecimiento de los MISTERIOS.
Los hebreos –cuyo profeta Moisés estaba tan instruido en la Sabiduría Esotérica de Egipto, y que adoptaron el sistema numérico de los fenicios, y después de los gentiles, de los cuales tomaron la mayor parte de su misticismo kabalístico. Adaptaron del modo más ingenioso los símbolos cósmicos y antropológicos de las naciones “paganas”, a sus peculiares anales secretos. Si el clero cristiano ha perdido hoy la clave de esto, los primitivos compiladores de los Misterios Cristianos estaban bien versados en la Filosofía Esotérica y en la Metrología hebrea Oculta, y la usaban hábilmente.
Los hebreos –cuyo profeta Moisés estaba tan instruido en la Sabiduría Esotérica de Egipto, y que adoptaron el sistema numérico de los fenicios, y después de los gentiles, de los cuales tomaron la mayor parte de su misticismo kabalístico. Adaptaron del modo más ingenioso los símbolos cósmicos y antropológicos de las naciones “paganas”, a sus peculiares anales secretos. Si el clero cristiano ha perdido hoy la clave de esto, los primitivos compiladores de los Misterios Cristianos estaban bien versados en la Filosofía Esotérica y en la Metrología hebrea Oculta, y la usaban hábilmente.
Así fue como tomaron
la palabra Aish, una de las palabras hebreas para expresar el HOMBRE, y la usaron
en conjunción con la de Shânâh o año lunar, tan místicamente relacionada con el
nombre de Jehovah, el supuesto “Padre” de Jesús, y encerraron la idea mística en un
valor y fórmula astronómicos.
La idea original del “hombre
crucificado”, en el espacio, ciertamente pertenece a los indos antiguos. Moor muestra esto
en su Hindu Pantheon, en el grabado que representa a Vithoba. Platón la
adoptó en su cruz decusada en el espacio, la X , el “segundo Dios que se imprimía en
el universo en forma de cruz”; a Krishna se le representa también “crucificado”.
También está repetida en el Antiguo Testamento, en la extraña recomendación de
crucificar hombres ante el Señor, el Sol, lo cual no es ninguna profecía, sino que tiene
un significado fálico directo.
En esta misma obra, de las más sugestivas de los significados kabalísticos, leemos también: En símbolo, los clavos de la cruz tienen como forma de las cabezas una pirámide sólida, y una punta piramidal cuadrada, obelisco o emblema fálico del clavo. Considerando la posición de los tres clavos en las extremidades del hombre y sobre la cruz, forman o marcan la figura de un triángulo, hallándose un clavo en cada extremo del triángulo. Las heridas o stigmata de las extremidades son precisamente cuatro, significativas del cuadrado…
Los tres clavos con las tres heridas dan el número 6, que denota
las seis caras del cubo desarrollado [que constituye la cruz o la forma del hombre,
o 7, contando tres cuadrados horizontales y cuatro verticales] sobre el cual se
coloca al hombre; y éste, a su vez, señala la medida circular transferida a las
aristas del cubo. La herida única de los pies se convierte en dos cuando los
pies se separan, haciendo tres entre todas cuando están juntos y cuatro cuando
separados, ó 7 en total – otro número fundamental femenino de los más santos
[entre los judíos].
Así, al paso que el significado
fálico o sexual de los “clavos de la crucifixión” está probado por la lectura geométrica
y numérica, su significado místico es indicado por las cortas observaciones hechas
anteriormente sobre el particular, en su relación y situación, respecto de Prometeo.
Éste es otra víctima, pues es crucificado sobre la Cruz
del Amor, en la roca de las
pasiones humanas; un sacrificio, por su devoción a la causa del elemento espiritual de la
Humanidad.
Ahora bien; el sistema
primordial, el doble signo que se halla bajo la idea de la cruz, no es “invención humana”; pues la
Ideación Cósmica y la representación espiritual del Ego–hombre Divino están en su
base. Más adelante se desarrolló en la hermosa idea adoptada por los Misterios y
representada en ellos, la del hombre regenerado, el mortal que, crucificando al
hombre de carne y sus pasiones en el lecho procústeo de tortura, renace como Inmortal.
Dejando al cuerpo, el hombre animal tras él, atado a la Cruz de la Iniciación, como una
crisálida vacía, el Ego–Alma se hizo tan libre como una mariposa.
Sin embargo, más tarde,
debido a la pérdida gradual de la espiritualidad, la cruz se convirtió, en Cosmogonía
y en Antropología, nada mas que en un símbolo fálico.
Para los esoteristas, desde los tiempos más remotos, el Alma Universal o Anima Mundi, la reflexión material del Ideal Inmaterial, era la Fuente de la Vida de todos los seres, y del Principio de Vida de los reinos.
Éste era septenario para los filósofosherméticos, así como para todos
los antiguos. Pues él es representado como una cruz séptuple, cuyos brazos son
respectivamente luz, calor, electricidad, magnetismo terrestre, radiación astral,
movimiento e inteligencia, o lo que algunos llaman conciencia propia.
Como hemos dicho en otra parte,
mucho antes de que la cruz o su signo fuesen adoptados como símbolos del
cristianismo, el signo de la cruz era usado como una
señal de reconocimiento entre los
Adeptos y Neófitos, siendo estos últimos Chrests, de Chrestos, el hombre de penas y
tristezas. Eliphas Lévi, dice:
El signo de la cruz adoptado por
los cristianos no les pertenece exclusivamente.
Es también kabalístico, y representa
la oposición y el equilibrio cuaternario de los elementos.
Vemos en el versículo oculto del Paternoster… que había originalmente dos modos de
hacerlo, o, cuando menos, dos
fórmulas muy diferentes para expresar su significado: una reservada a los sacerdotes e
iniciados; la otra para los neófitos y el profano.
Así, por ejemplo, el iniciado, llevando la
mano a la frente, decía: a ti; luego añadía, pertenece; y continuaba, llevando
la mano al pecho, el reino; luego hacia el hombro izquierdo, la justicia, y al
hombro derecho, y la gracia.
Luego juntaba las manos y añadía, por todos los
cielos generadores. –Tibi sunt Malchut et Geburah et Chesed per Æonas, signo de
la cruz magnífico y absolutamente kabalístico, que las profanaciones del
gnosticismo hicieron que la Iglesia militante y oficial perdiese completamente.
La “Iglesia militante y oficial”
hizo más: habiéndose apropiado lo que nunca le había pertenecido, tomó solamente lo
que el “Profano” tenía, el significado kabalístico de los Sephiroth macho y hembra. Nunca
perdió el significado interno y superior, puesto que
jamás lo poseyó; a pesar de que
Eliphas Lévi encubra a Roma. El signo de la cruz adoptado por la Iglesia Latina
fue fálico desde el principio, mientras que el de los griegos era la cruz de los
Neófitos, los Chrestoi.
Como os he dejado las “LLAVES” y
sabéis reducir Teosoficamente, y si os habéis aprendido la escritura primitiva
de cada Arcano en este curso , el libro que os dejo más abajo, hace hablar a
los muertos…
SEPHER YETZIRAH CAPITULO I
1-1 Con treinta y dos senderos
místicos de Sabiduría grabó Yah, el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel,
Elhoim vivo, Rey del universo, EL Shaddai Misericordioso y Clemente, Elevado y
Exaltado, que mora en la Eternidad cuyo nombre es Santo- El es su sublime y
santo-. Y creó Su universo con tres libros (Sepharim), con texto (Sepher), con
número (Sephar) y con comunicación (Sippur).
1-2 Diez Sephiroth de la nada y
veintidos letras de Fundamento: Tres Madres, Siete Dobles y doce Elementales.
1-3 Diez Sephiroth de la nada, en
el número de los diez dedos: cinco opuestos a cinco, con una única alianza
precisamente en el medio en la circuncisión de la lengua y en la circuncisión
del miembro.
1-4 Diez Sephiroth de la nada,
diez y no nueve, diez y no once. Discierne con Sabiduría y penetra con
Inteligencia. Examina con ellas y escruta desde ellas. Haz que cada cosa se
yerga sobre su esencia y haz que el Creador se siente en Su base.
1-5 Diez Sephiroth de la nada: Su
medida es diez que no tienen fin. La profundidad del comienzo, la profundidad
del fin, la profundidad del bien, la profundidad del mal, la profundidad de
arriba, la profundidad de abajo, la profundidad del este, la profundidad del
oeste, la profundidad del norte, la profundidad del sur. El Maestro único,
Dios-Rey fiel, domina sobre todas ellas desde su Santa morada hasta la
eternidad de las eternidades.
1-6 Diez Sephiroth de la nada. Su
aparición es como la aparición del rayo, su límite no tiene fin. Su Verbo está
continuamente en ellas y cuando habla, como si de un huracán se tratase, se
inclinan ante su Trono y le rinden alabanzas.
1-7 Diez Sephiroth de la nada. Su
fin está contenido en su principio, y su principio está en su fin, como la
llama unida a la brasa. Pues el Maestro es único y no tiene segundo, y antes
del Uno ¿qué podrías contar?
1-8 Diez Sephiroth de la nada.
Refrena tu boca de hablar, y tu corazón de pensar. Y si tu corazón corre,
regresa al lugar. Por eso está escrito: “Las Chayot corrían y regresaban”.
Respecto a esto se hizo una alianza.
1-9 Diez Sephiroth de la nada.
Uno es el Aliento de Elhoim vivo”, Bendito y glorificado sea el nombre de Aquél
que vivifica los mundos. La voz del aliento y la palabra, Y éste es el Aliento
Santo.
1-10 Dos: Aliento del Aliento.
Con él grabó y talló 22 Letras Fundamento, Tres Madres, Siete Dobles y Doce
Elementales Y un solo Aliento procede de ellas.
1-11 Tres: “Agua del Aliento”.
Con ella grabó y talló 22 letras del caos y el vacío, el cieno y el barro.Las
grabó como si de un jardín se tratase, las talló parecidas a un muro, las
cubrió como con un tipo de techo. Sobre ellas puso la nieve y las convirtió en
polvo, pues está escrito: “Porque dijo a la nieve: ¡Sé tú tierra!”
1-12 Cuatro: “Fuego del Agua”.
Con ella grabó y talló el Trono de Gloria, Seraphim, Ophanim, los Hayot
ha-Qodesh (las Santas Criaturas Vivientes) y ángeles Ministros. Sobre estos
tres estableció su morada, como está escrito: “Hace a sus ángeles de alientos,
a sus ministros de fuego llameante.”
1-13 De entre las Elementales
escogió tres letras, según el misterio de las tres madres: Aleph, Mem y Shin.
Las fijó en su Gran Nombre y con ellas selló las seis extremidades Cinco: Selló
lo alto y encaró hacia arriba. Lo selló con Yud Heh Vav.
Seis: Selló lo bajo y encaró
hacia abajo. Lo selló con Heh Yud Vav.
Siete: Selló el Este y encaró
hacia delante. Lo selló con Vav Yud Heh.
Ocho: Selló el Oeste y encaró
hacia atrás. Lo selló con Vav Heh Yud.
Nueve: Selló el Sur y encaró a la
derecha. Lo selló con Yud Vav Heh.
Diez: Selló el Norte y encaró a
la izquierda. Lo selló con Heh Vav Yud.
1-14 Éstas son las Diez Sephiroth
de la nada: el Aliento de Elhoim vivo, Aliento del Aliento, Agua del Aliento,
Fuego del Agua, Arriba, abajo, este, oeste, norte, sur.
CAPÍTULO II
2-1 Veintidos Letras Fundamento:
Tres madres, Siete Dobles y Doce Elementales. Las Tres Madres son Aleph, Mem y
Shin, que reposan sobre el platillo del mérito y sobre el platillo del deber, y
son mantenidas en equilibrio por el pacto de la lengua. Tres madres: Aleph,
Mem, Shin. La Mem zumba, la Shin silba y la Aleph es el Aliento de aire que
matiene a las otras en equilibrio.
2-2 Veintidos Letras Fundamento:
Él las grabó, las talló, permutó, pesó y transformó. Y con ellas dibujó todo lo
que formó y todo lo que formaría.
2-3 Veintidós Letras Fundamento:
las grabó con la voz, las talló con el Aliento, y las fijó en cinco lugares de
la boca: Aleph, Heh, Chet y Ayin en la garganta. Guimel, Yod y Kaph, en el
paladar; Daleth, Teth, Lamed, Nun y Tav, en la lengua; Tzayin, Samek, Shin,
Resh y Tzaddi en los dientes; Beth, Vav, Mem y Peh, en los labios.
2-4 Veintidós Letras Fundamento:
Las circunscribió en un círculo como si fuese un muro, en el que habían
trazadas 231 puertas. El círculo oscila hacia delante y hacia atrás. Un signo
lo muestra: No hay nada en el bien superior al Deleite; No hay nada en el mal
peor que la Plaga.
2-5 ¿De qué modo? Él las permutó,
las pesó y las transformó. Aleph con todas y todas con aleph. Beth con todas y
todas con Beth. Se repiten en un ciclo y existen en 231 puertas. Resulta que
todo lo que ha sido formado y todo lo que ha sido dicho emana de un Nombre
Único. (Debemos hacer reducción del número 231= 6 en el arcano 6 tenemos 2
puertas dos caminos, pero solo uno es único… )
2-6 ÉL formó la sustancia a
partir del caos e hizo existir a la no-existencia. Talló colosales pilares de
aire intangible. Aquí está la señal: Aleph con todas y todas con Aleph. Él
contempló, transformó y fabricó todo lo que ha sido formado y todo lo que ha
sido dicho: un solo Nombre. Sobre esto hay una señal: veintidos objetos en un
único cuerpo.
CAPÍTULO III
3-1 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin. Su Fundamento es un platillo de mérito, un platillo de responsabilidad y
la lengua del decreto decidiendo entre ambos.
3-2 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin. En seis anillos se encuentra oculto y sellado un gran y maravilloso
secreto, y de ellas emanan el Aire, el Agua y el Fuego. Ellas han dado
nacimiento a los Padres, y los Padres han dado nacimiento a los engendrados.
3-3 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin. Él las grabó, las talló, las permutó, las pesó y las transformó. Mediante
ellas formó Tres Madres AMSh en el Universo, Tres Madres AMSh en el Año y Tres
Madres AMSh en el Alma, masculina y femenina.
3-4 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin, que en el Universo son el Aire, el Fuego y el Agua. Los cielos fueron
creados a partir del Fuego; la Tierra fue creada a partir del Agua, y el Aire
del Aliento se mantiene entre ambos.
3-5 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin, que en el año son el Calor, el Frío y lo templado. El Calor se engendró
en el Fuego, el Frío fue engendrado en las Aguas y lo Templado, del Aliento,
decide entre ambas.
3-6 Tres Madres: Aleph, Mem y
Shin, que en el Alma, masculina y femenina, constituyen la Cabeza, el Vientre y
el Pecho. La Cabeza fue creada por el Fuego, el Vientre fue creado por las
Aguas y el Pecho fue creado por el Aliento, decide entre ambos.
3-7 Él hizo la letra Aleph reinar
sobre el Aliento. La coronó y la combinó con todas las demás, y con ellas formó
el Aire en el Universo, lo templado en el año y el pecho en el Alma: el
masaculino con AMSh y el femenino con AShM.
3-8 Él hizo a Mem reinar sobre el
Agua. La coronó y la combinó con todas las demás. Con ellas formó la tierra en
el Universo, el Frío en el año y el vientre en el Alma: el masculino con MASh y
el femenino con MShA.
3-9 Él hizo a Shin reinar sobre
el Fuego. La coronó y la combinó con todas las demás. Con ellas formó el cielo
en el Universo, el Calor en el Año, y la Cabeza en el Alma: la masculina con
ShAM y la femenina con ShMA.
4-1 Siete Dobles: BGD-KPRT, que
se rigen a sí mismas con dos modos de lenguaje: Bet-Bhet; Gimel-Ghimel;
Dalet-Daleth; Kaf-Khaf; Peh-Pheh; Resh-Rhesh; Tav-Thav, sirviendo de modelo
para lo blando y lo duro, para lo fuerte y para lo débil.
4-2 Siete Dobles: BGD-KPRT, que
reposan sobre la Sabiduría, la Riqueza, la Semilla, la Vida, el Dominio, la Paz
y la Belleza.
4-3 Siete Dobles: BGD-KPRT, en el
habla y en la transposición. El contrario de la Sabiduría, la Locura; el
contrario de la Riqueza, la Miseria; el contrario de la Semilla, la Desolación;
el contrario de la Vida, la Muerte. El contrario del Dominio, la Esclavitud; el
contrario de la Paz, la Guerra; el contrario de la Gracia, la Fealdad.
4-4 Siete Dobles: BGD-KPRT.
Arriba y abajo; Este y Oeste; Norte y Sur. El Santo Palacio se sitúa en el
centro de ellas y las sostiene a todas.
4-5 Siete Dobles: BGD-KPRT. Siete
y no seis, siete y no ocho. Examínalas, escrútalas. Instaura cada cosa en su
esencia y sienta al Creador en su base.
4-6 Siete Dobles: BGD-KPRT del
Fundamento. Él las grabó, las talló, las permutó, las pesó y las Transformó, y
con ellas formó siete planetas en el Universo, siete días en el Año y siete
puertas en el Alma, masculina y femenina
. 4-7 Siete planetas en el
Universo: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna. Siete días en
el año: los siete días de la semana. Siete puertas en el Alma, masculina y
femenina: dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales y una boca.
4-8 Él hizo reinar a la letra
Beth sobre la sabiduría; la coronó y la combinó con las demás. Así formó la
Luna en el Universo, el Domingo en el Año y el ojo derecho en el Alma,
masculina y femenina.
4-9 Él hizo reinar a la letra
Gimel sobre la Riqueza; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Marte
en el Universo, el Lunes en el año y la oreja derecha en el Alma, masculina y
femenina.
4-10 Él hizo reinar a la letra
Daleth sobre la Semilla; la coronó y la combinó con las demás. Así formó el Sol
en el Universo, el Martes en el año y la fosa nasal derecha en el Alma,
masculina y femenina.
4-11 Él hizo reinar a la letra
Kaph sobre la Vida; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Venus en
el Universo, el Miércoles en el año y el ojo izquierdo en el Alma, masculina y
femenina.
4-12 Él hizo reinar a la letra Pe
sobre el Dominio; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Mercurio en
el universo, el Jueves en el año y la oreja izquierda en el Alma, masculina y
femenina.
4-13 Él hizo reinar a la letra
Resh sobre la Paz; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Saturno en
el universo, el Viernes en el año y la fosa nasal izquierda en el Alma,
masculina y femenina.
4-14 Él hizo reinar a la letra
Tav sobre la Gracia; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Júpiter
en el universo, el Sabbath en el año y la boca en el Alma, masculina y
femenina.
4-15 Siete Dobles: BGD-KPRT. Con
ellas fueron grabados siete universos, siete firmamentos, siete tierras, siete
mares, siete ríos, siete desiertos, siete días, siete semanas, siete años,
siete ciclos sabáticos, siete jubileos y el Palacio Sagrado, y por ello quiso
Dios que el septenário prevaleciera bajo todo los cielos.
4-16 Dos piedras construyen dos
casas. Tres piedras construyen seis casas. Cuatro piedras construyen
veinticuatro casas. Cinco piedras construyen seiscientas veinte casas. Siete
piedras construyen cinco mil cuarenta casas. A partir de aquí está lo que la
boca no puede expresar y lo que el oído no puede oír.
CAPITULO V
5-1 Doce Elementales: He, Vav,
Tzayin, Chet, Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph, que se
sostienen sobre la palabra, el pensamiento, el movimiento, la vista, el oído,
el trabajo, la copulación, el olfato, el sueño, la ira, el sabor y la risa.
5-2 Doce Elementales: He, Vav, Tzayin, Chet,
Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph. Los doce puntos
diagonales cosntituyen su Fundamento: Arriba-Este, Noreste, Abajo-este.
Arriba-Sur, Sureste, Abajo-Sur; Arriba-Oeste, Suroeste, AbajoOeste.
Arriba.Norte, Noroeste, Abajo-Norte, y se expanden sin descanso por todo el
universo por toda la eternidad, constituyendo los límites del Universo.
5-3 Doce Elementales: He, Vav, Tzayin, Chet,
Tet, Yod, Lamed, Nun, Samekh, Ayin, Tzaddi y Qoph. Fundadas, grabadas,
talladas, permutadas, pesadas y transformadas.
Por ellas fueron formadas doce
constelaciones en el Universo, doce meses en el Año y doce gobernantes en el
Alma, masculina y femenina.
5-4 Doce constelaciones en el
Universo: Aries, Tauro, Géminis, Cäncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio,
Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
5-5 Doce meses en el Año: Nisán,
Iyar, Siván, Tamuz, Av, Elul, Tishri, Sheshvan, Kislev, Tevet, Shevat y Adar.
5-6 Doce gobernantes en el Alma
masculina y femenina: dos manos, dos pies, dos riñones, la vesícula biliar, los
intestinos, el hígado, el estómago, los órganos reproductores y el bazo.
5-7 Él hizo a la letra Heh reinar
sobre la palabra; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Aries en el
Universo, a Nissán en el año y el pie derecho en el Alma, masculina y femenina.
Él hizo a la letra Vav reinar sobre el pensamiento; la coronó y la combinó con
las demás. Así formó a Tauro en el Universo, a Iyar en el año y el riñón
derecho en el Alma, masculina y femenina. Él hizo a la letra Tzayin reinar
sobre el movimiento; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Géminis
en el Universo, a Siván en el año y el pie izquierdo en el Alma, masculina y
femenina.
5-8 Él hizo a la letra Chet
reinar sobre la vista; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Cáncer
en el Universo, a Tamuz en el año y la mano derecha en el Alma, masculina y
femenina.
Él hizo a la letra Tet reinar sobre el oído; la coronó y la combinó
con las demás. Así formó a Leo en el Universo, a Av en el año y el riñón
izquierdo en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la letra Yod reinar
sobre el Trabajo; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Virgo en el
Universo, a Elul en el año y la mano izquierda en el Alma, masculina y
femenina.
5-9 Él hizo a la letra Lamed
reinar sobre la copulación; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a
Libra en el universo, a Tishri en el año y la vesícula biliar en el Alma,
masculina y femenina. Él hizo a la letra Nun reinar sobre el olfato; la coronó
y la combinó con las demás.
Así formó a Escorpio en el Universo, a Cheshvan en
el año y el intestino delgado en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la
letra Samekh reinar sobre el sueño; la coronó y la combinó con las demás. Así
formó a Saggitario en el Universo, a Kislev en el año y el estómago en el Alma,
masculina y femenina.
5-10 Él hizo a la letra Ayin
reinar sobre la ira; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a
Capricornio en el Universo, a Tevet en el año y el hígado en el Alma, masculina
y femenina..
Él hizo a la letra Tzaddi reinar sobre el gusto; la coronó y la
combinó con las demás. Así formó a Acuario en el Universo, a Shevat en el año y
el esófago en el Alma, masculina y femenina.. Él hizo a la letra Qoph reinar
sobre la risa; la coronó y la combinó con las demás. Así formó a Piscis en el
Universo, a Adar en el año y los órganos reproductores en el Alma, masculina y
femenina..
Él los formó como contrarios, los estableció como un muro y los
dipuso el uno contra el otro.
CAPITULO VI
6-1 De las Tres Madres, AMSh,
emanan Tres Padres, Aire, Agua y Fuego, y de los Padres descendientes. Tres
padres y sus descendientes, y siete planetas y sus ejércitos, y los doce puntos
diagonales. Los testimonios que lo demuestran son el Universo, el Año, el Alma
y una ley de doce, de siete y de tres que fueron establecidos por Él en el
Dragón, en la Esfera y en el Corazón.
6-2 Tres Madres, AMSh, aire, agua
y fuego. El fuego está arriba, el agua está debajo y el aire del Aliento se
mantiene entre ambos. Hay una señal de que el fuego sostiene al agua: Mem
zumba, Shin silba y Aleph es el aliento de aire que las mantiene en equilibrio.
6-3 El Dragón es en el Universo
como un Rey en su trono. La esfera es en el Año como un Rey en el imperio, y el
Corazón es en el Alma como un Rey en la guerra.
6-4 Así los hizo Dios
corresponderse el uno con el otro. El bien es contrario al mal. EL mal es
contrario al bien. El bien ha surgido del bien. El mal ha surgido del mal. El
bien conforma el mal, y el mal conforma el bien. El bien se preserva para los
buenos, y el mal es preservado para los malos.
6-5 Hay tres que se mantienen por
sí mismas: una defiende, otra acusa y otra las equilibra. De las siete, tres
son contrarias a las otras tres, y la otra las mantiene en equilibrio. Hay doce
que están en guerra: tres aman, tres odian, tres conceden la vida y tres matan.
Hay tres que aman: el corazón y los oídos. Hay tres que odian: el hígado, la
vesícula biliar y la lengua. Hay tres que conceden la vida: las dos fosas
nasales y el órgano reproductor. Hay tres que matan: los dos orificios del cuerpo
y la boca. Y Dios, Rey fiel, gobierna sobre todos ellos desde su Santa morada
por toda la eternidad. Uno sobre tres, tres sobre siete, siete sobre doce, y
todos ellos se encuentran ligados el uno con el otro.
6-6 Estas son las veintidós
letras con las que grabó Eheyé, Yah, YHVH Elohim, YHVH, YHVH Tzavaot, Elhoim
Tzavaot, El Sahadai, YHVH Adonai; Y con ellas hizo tres Libros con los que creó
su Universo. Con ellas ha formado todo lo que ha sido formado y todo lo que
será jamás formado.
6-7 Cuando nuestro padre Abraham,
la paz sea con él, miró, vió, comprendió, escrutó, grabó y talló, tuvo éxito en
la creación, tal y como está escrito: “Y las almas que ellos hicieron en
Harán”. De inmediato se le reveló el Maestro de todo, sea su Nombre bendito por
siempre, y le puso en su seno, y le besó en la cabeza, y le llamó “Abraham mi
amigo”. ÉL hizo un pacto con él y con sus hijos después de él por siempre, como
está escrito. Y él creyó en Dios y El se lo tuvo por justicia. Hizo alianza con
él entre los diez dedos de sus manos, que es el pacto de la lengua, y entre los
diez dedos de sus pies, que es la alianza de la circuncisión. Y ató las
veintidós letras de la Tirah sobre su lengua y le reveló su Misterio. Las
sumergió en el agua, las inflamó en el fuego, las agitó con el Aliento, las
incendió con los siete planetas y las gobernó con las doce constelaciones. Fin
del Sepher Yetzirah
Este escrito esta hilado con el
libro El Tarot de los Bohemios y mi visión personal, y os dejo el Sepher
Yetzirah.
Os dejo también este post de
Lluisa Vert porque os dejara aun mas clara la visión
http://www.arsgravis.com/?p=6723
Vuestra en la Santa Ciencia Ana
Suero Sanz
https://filosofiaocultablog.wordpress.com/2017/03/21/explicacion-cabalista-de-la-cruz/
LVX
26/11/2019
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