Lo cierto es que hay una faceta mayormente expuesta en el Cristianismo de las Cartas de Paulus de Tarsus que tomando el Arquetipo del Héroe, presente en todas las religiones solares y que existía previamente en la figura del Mesiah, en la cual transforma al Héroe en un mártir.
Hay excepciones majestuosas como la de Osiris,
pero Horus queda como su sucesor en la tierra para imperar en su nombre.
Resulta que esa pasividad de olvidar la guerra por la reivindicación étnico-terrestre en virtud que la victoria ya estaba ganado en los cielos, al parecer le dio cierto perfil resignado al Cristianismo y le permitió sobrevivir los primeros siglos en un mundo romano que estaba ya decadente y que no toleraba más ninguna expresión étnica beligerante en sus territorios conquistados.
Esa pasividad repudiada hasta el cansancio por Nietzche, se entiende sociológicamente, sin embargo, no es coherente con que los mismos cristianos, predicando los valores del amor infinito de un Cristo salvador, en menos de trecientos años mas tarde, pasen por la espada a todos los que no pudieron someter, al mas puro estilo de la Pax Romana.
LVX
T. Α Β Ρ Α Ξ Α Σ קדוש
26/11/2019
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